Además de los enjambres de misiles, los aviones militares rusos también eliminaron las municiones y la artillería, así como a varios yihadistas.
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Los terroristas utilizaron estos lanzamisiles para atacar barrios civiles a las afueras de la localidad de Hama. Decenas de habitantes —la mayoría de ellos niños— resultaron heridos, y varias personas perdieron la vida como resultado de estos ataques.
Mientras tanto, las unidades aéreas y de artillería del Ejército Árabe Sirio continúan expulsando a los yihadistas de los altos de Tulul al Safa, en el desierto de Suwaida.
La situación se complica por el hecho de que el área cuenta con numerosas cuevas y grietas que se usan como escondites.
Según afirmaron a Sputnik fuentes del Ejército Árabe Sirio, los yihadistas tendrán que rendirse en el futuro próximo debido a la escasez de alimentos y municiones.