"Yo sé que ustedes están cercanos a su pueblo y yo les pido que no se cansen de esa cercanía. Gracias por la resistencia", dijo el papa durante la visita ad limina de los obispos venezolanos al Vaticano, según cita de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en su cuenta de Twitter.
La visita ad limina es un tipo de audiencia privada con el papa que, en el caso de los obispos, debe efectuarse cada cinco años.
El presidente de la CEV, Luis Azuaje Ayala, destacó el "diálogo ameno" que mantuvieron con el papa, y aseguró que le transmitieron toda su "experiencia pastoral" y cómo ven la realidad que vive el pueblo venezolano, consiga el sitio web Vatican News.
"El Papa no solo nos escuchó, sino que se expresó sobre el sentido y el valor de la Iglesia en Venezuela. Él conoce bien la situación venezolana y la gran comunión que tenemos con las diócesis de las fronteras, en especial la de Cúcuta", agregó.
Azuaje, arzobispo de Maracaibo, también afirmó que Venezuela vive una "situación inédita", ya que existe una "deficiencia en el ámbito democrático" que se evidencia en la pretensión de "instalar un sistema político distinto al de la Constitución vigente".
Sostuvo que esta falta de constitucionalidad "ha acarreado una serie de problemas", ya que los sistemas "se hacen poderosos, se sirven a sí mismos y no al pueblo", lo que "lleva a una desestructuración de los poderes democráticos".
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Según Azuaje, los obispos también denunciaron el "hambre que existe en el país", lo que es "negado por muchos" e inclusive "disfrazado".
"Hemos encontrado personas buscando alimentos en bolsas de basuras; eso es lastimoso y va contra toda dignidad humana", agregó.
Por último, sostuvo que informaron a Francisco sobre la falta de servicios sanitarios e insumos médicos.
"Cada vez que salimos del país nos llega una lista inmensa de medicamentos a llevar, de familiares, de amigos, de sacerdotes (…) Una calamidad", dijo.
Venezuela atraviesa una crisis política y económica marcada por escasez de productos esenciales y elevada inflación, lo que ha derivado en la emigración de miles de ciudadanos, situación que es calificada por la comunidad internacional como una crisis humanitaria.
El Gobierno de Nicolás Maduro denuncia que los sectores productivos del país se han aliado para incrementar el costo de vida y generar malestar en la población, como parte de un manual de ataque no convencional de EEUU para desestabilizar a su administración.