"A pesar de que se practicaron minuciosos registros y que es algo poco probable, no se descarta que en Salisbury pudieran quedar restos de esa sustancia… Aún no sabemos dónde fue arrojado el Novichok después de que los sospechosos lo untaran en la puerta de la casa de Skripal", indica el documento.
Nada más abierta la investigación, Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del envenenamiento de los Skripal y afirmó que la sustancia implicada era un neuroparalizante de la clase Novichok, supuestamente desarrollada por químicos rusos.
No te lo pierdas: Mentiras, ignorancia, hipocresía e histeria: los pilares de la sociedad bajo el dominio anglosajón
Moscú rechaza las acusaciones de Londres, que considera infundadas, y sigue reclamando acceso a las pruebas para poder colaborar con la investigación y también a los Skripal, ambos dados ya de alta y en paradero desconocido.
Ese día, en la localidad de Amesbury fueron halladas dos personas en estado crítico con signos de envenenamiento con la misma sustancia que afectó en marzo a los Skripal en Salisbury.
Los dos casos se registraron a pocos kilómetros del laboratorio militar de Porton Down, el más secreto del Reino Unido, en el que se desarrollaron armas químicas durante la Guerra Fría.
La planta de Porton Down además estuvo implicada entre 1939 y 1989 en experimentos secretos de armas químicas en humanos.
El Gobierno de la primera ministra británica, Theresa May insiste en responsabilizar de ambos casos a Moscú, que rechaza cualquier implicación.