"Los técnicos verificaron que internamente existe un gran riesgo de derrumbe, que puede ocurrir con la caída de partes que han quedado del techo, y de paredes divisorias del edificio", informó el organismo en un comunicado.
En el área externa no se detectó riesgo inminente, por lo que la fachada principal no corre peligro de momento.
El Museo Nacional de Río, inaugurado como tal hace 200 años y que albergaba unos 20 millones de valiosos objetos, era considerado una de las instituciones científico-históricas de referencia en América Latina.
Antes de convertirse en museo, el edificio fue el palacio de la familia real de Portugal, cuando se trasladó a Río de Janeiro en 1808.