"Las relaciones jordano-sirias siguen congeladas, no hay deshielo, sobre Jordania presionaron mucho para que participe en la operación militar en Siria, pero el país se limitó a actuar en su propio territorio (…), hoy día no hay contactos diarios a nivel de Gobiernos, por eso el retorno de los refugiados se debate con mediación de la parte rusa", refirió agregando que "Jordania deposita confianza en Rusia en el conflicto sirio".
A su juicio, Damasco no está interesado en un rápido regreso de los refugiados, pues necesita tiempo para reconstruir viviendas y infraestructura, garantizar la ocupación para los adultos y las escuelas para los niños, proceso que puede durar meses y hasta años.
Jordania acogió cerca de 1,5 millones de sirios, siendo su población de cuatro millones de personas, una influencia tan grande de inmigrantes tuvo consecuencias negativas para la economía y la seguridad del país.
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Pese a todas las dificultades, Amán declaró en más de una ocasión que descarta obligar a los refugiados a volver a Siria y aboga por la repatriación voluntaria bajo la condición de tener garantizados la seguridad y el acomodamiento.