"Esta comisión de Justicia y Paz con base al evangelio, el magisterio de la Iglesia y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela vigente, insta al Gobierno nacional a cesar la represión violenta contra los ciudadanos, acciones que se suman a la situación de crisis de inseguridad y desequilibrio social que vive el país", señaló la CEV en un comunicado.
"Las aprehensiones a parlamentarios, funcionarios o ciudadanos en base a indicios o presunciones de la responsabilidad penal, no conllevan a detenciones arbitrarias, tratos crueles o inhumanos, torturas y desapariciones forzadas, supuestos que atentan a todo evento contra la integridad física y psíquica de los ciudadanos", expresó el texto.
Además, el grupo de representantes de la iglesia católica, pidió a la Defensoría del Pueblo y a la Fiscalía General, velar por el efectivo respeto y garantías de los Derechos Humanos de los ciudadanos detenidos.
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El 7 de agosto Maduro señaló en cadena de radio y televisión que los diputados Juan Requesens y Julio Borges (quien reside en Colombia), se encuentran implicados en el atentado en su contra.
Maduro sostuvo que los autores del atentado contra su vida el pasado sábado se entrenaron en Colombia y estaban vinculados a la oposición.
El 4 de agosto un dron cargado de explosivos estalló a unos 200 metros del estrado donde Maduro daba un discurso durante un acto militar, mientras un segundo dispositivo se estrelló contra un edificio cercano.