Su justificación fue que en ciertos casos se da "como un acto con una persona que tiene una inferioridad absoluta de poder frente al abusador". En esos episodios, a criterio de Urtubey, "no se puede hablar de violencia, pero tampoco de consentimiento sino de una subordinación y una sujeción".
"En estas discusión de las causas se empieza a avanzar en esta cuestión de voluntariedad, entendido con cierta amplitud y no solo con la violación clásica por un lado. Y por otro el riesgo a la salud, tendríamos que trabajar ya no solo en el peligro a la vida, sino en la salud física y psíquica de la mujer", afirmó en el debate.
La imagen permaneció fuera durante todo el tiempo que se trató en Diputados el tema, sesión que terminó con la media sanción de la ley. En esa votación, Salta y San Juan fueron las dos provincias cuyos diputados se manifestaron en bloque todos contrarios a la interrupción voluntaria del embarazo. Los dichos de Urtubey desataron una catarata de tuits en condena.
No es la única declaración picante acerca de las violaciones en el marco del debate de la ley. En la antesala a la votación en la Cámara baja, la diputada Elisa Carrió —fuertemente católica- cuestionó al aborto legal, aduciendo que podía ser una herramienta de encubrimiento a violaciones y abusos.
"Las chicas de 12 o 13 años que tienen hijos, en general de un tío, del hermano o del padre… o de un patrón o del hijo de un patrón… Hablo de las pobres mujeres del norte… A esas mujeres las van a llevar al hospital y las van a hacer abortar legalmente", dijo Carrió en una entrevista con La Nación.
El periodista le señaló que actualmente eso sucede de manera clandestina, a lo que la diputada respondió que "no van" y "tienen los hijos". A criterio de la diputada, el aborto mantiene la "impunidad" de los abusadores".