Para la representación diplomática, la iniciativa de ayudar a los miembros del grupo a escapar de su propia tierra natal es un indicio de que "sus promotores occidentales pretendían evitar que se desvele su labor subversiva".
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reveló el 22 de julio que Israel evacuó a "centenares" de personas —miembros de la organización Cascos Blancos y sus familias— de Siria y las trasladó a Jordania, a petición del presidente de EEUU, Donald Trump, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y otros líderes mundiales.
Radio: ONU sobre evacuación de CascosBlancos: "algo que se debía hacer"
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, indicó que varios países de Europa contribuyeron a la seguridad y a la "salvación" de los miembros del grupo.
Sin embargo, el Ministerio de Exteriores ruso calificó la labor de los Cascos Blancos como un elemento de la guerra informativa contra las autoridades de Siria.
A su vez, el Ministerio de Defensa ruso denunció la implicación de los Cascos Blancos en la escenificación de los supuestos ataques químicos en las localidades sirias de Jan Sheijun en 2017 y en Duma en 2018.