Este 22 de julio, la Cancillería israelí confirmó la evacuación de Siria de unos 800 miembros de los Cascos Blancos con sus familiares que fueron trasladados a Jordania a petición de EEUU, Canadá y algunos países europeos.
Según Jordania, se trata de unas 800 personas.
"Muchos de esos valientes rescatistas pueden contar ahora con refugio y protección, algunos podrán instalarse en Alemania", dijo Maas a Bild.
A la vez, el ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, afirmó al medio que Alemania acogerá a "ocho miembros de los Cascos Blancos con sus familiares (…) y garantizará su seguridad".
Los Cascos Blancos se definen como una ONG políticamente neutral y no beligerante, dedicada a la protección de civiles en Siria.
No obstante, junto a los vídeos en los que Cascos Blancos rescatan a niños de las ruinas, también aparecieron imágenes con los mismos protagonistas uniformados y empuñando las armas.
En otras, se ve cómo manipulan las filmaciones, maquillando a las víctimas y dictándoles lo que deben declarar ante las cámaras.
El Ministerio de Exteriores de Rusia calificó la labor de los Cascos Blancos como un elemento de la guerra informativa contra las autoridades de Siria.
Por su parte, el ente castrense ruso denunció su implicación en la escenificación de los ataques químicos en Jan Sheihun, en 2017, y Duma, en 2018.
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El presidente sirio Bashar Asad declaró a su vez que los empleados de los Cascos Blancos son partidarios de Al Qaeda (grupo terrorista proscrito en varios países, incluida Rusia).