"Un cabecilla de escuadra del grupo armado residual Oliver Sinisterra fue capturado en (la región de) La Guayacana, Tumaco (Nariño, suroeste), se trata de alias Cherry, quien tuvo presunta participación directa en secuestro del equipo periodístico de diario El Comercio", dijo Villegas en declaraciones a la prensa, según su cuenta de Twitter.
El funcionario destacó que Gustavo Angulo Arboleda, alias Cherry, fue quien, junto con otros delincuentes, interceptó a los periodistas en una región fronteriza entre Ecuador y Colombia.
"Alias Cherry habría participado directamente (…), en compañía de otros integrantes del grupo armado organizado residual, en el secuestro de los integrantes del equipo periodístico conformado por (el fotógrafo) Paúl Rivas, (el periodista) Javier Ortega y (el conductor) Efraín Segarra", aseguró Villegas.
"Los investigadores lograron establecer que el capturado sería la persona que interceptó la camioneta en la que se movilizaban los ecuatorianos en la población de Mataje de ese país, para luego trasladarlos a territorio colombiano, donde posteriormente quedaron bajo la custodia de (…) Reinel", dijo el ministro.
Justamente, Reinel fue detenido por la policía de Colombia la semana anterior en el corregimiento (aldea) de Mondomo, en el municipio de Santander de Quilichao (Cauca, suroeste).
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La captura de Cherry se dio en el marco de una serie de allanamientos que realizan la policía, el Ejército y la Fiscalía de Colombia en la operación Héroes de La Guyacana, que busca dar con los responsables del asesinato de tres agentes del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía en hechos ocurridos el pasado miércoles.
Alias Cherry es uno de los hombres más cercanos a Walter Patricio Arizala, Guacho, quien lidera el frente Oliver Sinisterra, una facción disidente de la desmovilizada guerrilla de las FARC y quien es uno de los hombres más buscados por las autoridades de Colombia y Ecuador.
Al respecto el frente Oliver Sinisterra emitió un comunicado según el cual los periodistas fueron retenido como "prisioneros de guerra" y atribuyó su muerte a condiciones derivadas de "un intento de asalto fallido de las Fuerzas Militares ecuatorianas y colombianas en las montañas de la frontera".
Asimismo, pidió la mediación de organismos internacionales para poder entregar los cadáveres, lo cual nunca resolvió.
Solo hasta el pasado 21 de junio las autoridades colombianas pudieron anunciar que habían hallado los cuerpos de los tres trabajadores en una zona de difícil acceso en la frontera con Ecuador y tres días después confirmaron su plena identificación.