"Se proyecta que el crecimiento de América Latina experimentará un ligero aumento, de 1,3% en 2017 a 1,6% en 2018 y 2,6% en 2019 (0,4 y 0,2 puntos porcentuales menos de lo proyectado en el informe WEO de abril)", indica el informe.
Eso se debe, indica el FMI, a la constricción de las condiciones financieras y el ajuste necesario de las políticas en Argentina, los persistentes efectos de las huelgas y la incertidumbre política en Brasil y las tensiones comerciales y la prolongada incertidumbre que rodea la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y el programa de políticas del nuevo Gobierno en México, electo el 1 de este mes.
Mientras, las perspectivas de Venezuela, "que está sufriendo un colapso drástico en la actividad y una crisis humanitaria, se revisaron nuevamente a la baja a pesar del repunte de los precios del petróleo, ya que la producción disminuyó con fuerza", agrega el informe del organización financiera internacional.
El FMI aprobó el 20 de junio un crédito "stand-by" (acuerdo de derecho de giro) de 50.000 millones de dólares "para fortalecer" el programa económico gubernamental de Argentina, según indicó la entidad financiera multilateral.
Foto: La multitudinaria protesta en Buenos Aires contra el FMI, en imágenes
El préstamo debe apoyar el desempeño económico del Gobierno en los próximos tres años.
En concreto, Argentina se compromete a alcanzar un déficit fiscal primario de 2,7% del Producto Interno Bruto para este año y de 1,3% para 2019 para llegar al equilibrio en 2020.