La llamada a recordar y reflexionar sobre la catástrofe, sin ruido ni murmuros durante 72 segundos, se ha extendido por el todo el país.
Además de las 72 víctimas mortales, 70 vecinos resultaron heridos y miles más sufren secuelas del trauma de la terrorífica experiencia y los consiguientes obstáculos interpuestos por las autoridades municipal y central.
"El trauma, el daño, el agotamiento, la ira han dado lugar a un espíritu de resistencia, atención, apoyo y auto-organización; la comunidad rememora con dignidad en los Paseos Silenciosos, los días 14 de cada mes", señala la portavoz del grupo de presión Justice4Greenfell (Justicia para Grenfell).
En la noche del aniversario se esperan multitudinarias marchas silenciosas en Londres y en otras ciudades británicas.
Decenas de miles de personas se unirán previsiblemente a la procesión que parte en torno a la siniestrada torre, envuelta ahora en una lona blanca y con un enorme corazón verde en su parte superior.
Servicios religiosos se celebrarán a lo largo de la jornada, con la esperada asistencia del alcalde de Londres, Sadiq Khan.
La primera ministra, Theresa May, visitó el área días atrás y se disculpó personalmente por su distante actitud en las horas y días inmediatos al siniestro.
"Lo que no hice en mi primera visita fue reunirme con los residentes y supervivientes que escaparon del fuego (…) y siempre lamentaré que, por no atenderles ese día, pareció como que no me importaba", señaló la dirigente conservadora.
Más de la mitad de los desplazados de sus pisos aún no se han mudado a una vivienda permanente y una veintena de familias residen en hoteles o residencias de acogida.
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La investigación independiente oficial de las causas y responsabilidades del incendio ha suspendido sus vistas públicas durante la semana en torno al aniversario.
Scotland Yard conduce su propia pesquisa criminal sin resultados visibles de momento.