En un mensaje en su muro de Facebook, el líder del partido España 2000, José Luis Roberto Navarro, llama a estos grupos "a convocar un acto de protesta pacífico a su llegada, ya que entendemos que no es de recibo acoger y mantener a 600 extranjeros ilegales, que abrirán la puerta a muchos más, cuando en Valencia hay decenas de miles de compatriotas por debajo del umbral de la pobreza."
"Personalmente, entre la disyuntiva de que perezcan en el mar, como dicen algunos, o vengan a Valencia, mi posición es sin dudarlo que vengan a Valencia, pero no hay problema en estos momentos de que perezcan en el mar [están dentro de un barco], ni de que de falten alimentos ni cuidados médicos [la solidaridad se puede llevar dentro del barco]", explica.
Según Navarro, "la Comunidad Europea debe tomar una medida conjunta y correcta en este problema global, para cuestiones de futuro y repartir la primera acogida si es necesario."
Además, plantea "aplicar la legislación vigente en los países europeos y una vez en territorio europeo, atenderlos en los centros para extranjeros y repatriarlos".
"Con esta actitud evitaríamos hablar de fronteras que no sirven para nada cuando abrimos la puerta de la cocina", añade.
Navarro llama a la "solidaridad, pero con sentido común" y asegura que "se están dando viviendas y ayudas mensuales a extranjeros sin papeles en esta situación, por encima de las ayudas que se dan a nuestros parados y ancianos que viven en muchos cientos de miles por debajo del umbral de la pobreza."
"La repatriación sería más barata, más legal y más solidaria con los españoles necesitados", sostiene.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, aseguró anteriormente que España acogería a los 629 inmigrantes que viajan a bordo del Aquarius, el barco de rescate de la ONG SOS Mediterráneo, y que llegarán al puerto de Valencia en los próximos días luego que Italia anunciase el cierre de sus puertos.
"Una solución excepcional"
El ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, calificó de "solución excepcional" la acogida de los refugiados que viajan a bordo del Aquarius rumbo al puerto de Valencia.
Borrell destacó que España incumplió hasta la fecha el cupo de acogida de refugiados negociado en la Unión Europea (UE).
La recepción de los más de 600 inmigrantes del Aquarius, añadió el canciller, "solo es una parte de la parte que nos tocaba, ni más ni menos".
Borrell evitó pronunciarse sobre la decisión tomada por el ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, y recordó que la Liga "lo llevaba en el programa electoral".
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También señaló que Italia recibió a más inmigrantes que ningún otro país de la UE, debido a la cercanía de Libia a sus costas.
El ministro reconoció que la decisión del Gobierno español puede haber sido un "shock" en Europa, pero que envía a la vez el mensaje de "que en España nos tomamos la inmigración en serio".
La medida del Ejecutivo español es una "una llamada de atención hacia un problema" que Bruselas no puede ignorar más.
"Las fronteras exteriores son fronteras comunes", remarcó Borrell.