La "caza de brujas" está afectando al millonario propietario de un "complejo" entramado de compañías de seguros, cuya mujer es rusa y sus hijos menores tienen doble nacionalidad, según explicó al comité en Digital, Cultura, Medios y Deportes (DCMS, por sus siglas en inglés).
"¿Qué cree que atrajo a la embajada rusa hacia el mayor donante en la historia del Reino Unido? … ¿Aceptó usted dinero de Rusia?… ¿Qué esperaba a cambio en la relación? ", demandaron los diputados en sus respectivos turnos de preguntas.
"Tenemos ahora una caza de brujas rusa a gran escala, pero antes no había ningún problema", advirtió Banks.
En 'The Bad Boys of Brexit' ('Los chicos malos del Brexit'), su crónica editorial de la sorprendente victoria electoral, Banks desvela detalles de una comida en la residencia del embajador Alexander Yakovenko, en noviembre de 2015, donde corrió el alcohol durante unas seis horas.
Correos privados filtrados este fin de semana a dos dominicales sugieren que hubo más contactos con oficiales rusos "antes y después" del referéndum europeo y al regreso de un viaje a Estados Unidos en que saludaron al entonces presidente electo Donald Trump.
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Según explicó, representaba diplomáticamente a Belice y buscaba inversores para un proyecto en el paraíso fiscal centroamericano.
Banks negó tener negocios en Rusia ni ser un "agente ruso" y, ante reiteradas preguntas, ambos señalaron que "nunca" han filtrado documentos a Rusia.
"No teníamos ninguna información confidencial para transmitir, solo cotilleos", dijo Wigmore después de describirse como un "charlatán provocador" con tendencia a exagerar.
Sí admitieron que intercambiaron con Yakovenko los datos de su contacto en el equipo de Trump y con los estadounidenses el teléfono de Downing Street, oficina de la jefatura del Gobierno británica.
El empresario reprochó la aparente parcialidad del comité que ha centrado su investigación en el bando del Brexit.
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Banks retomó entonces el hilo del desafío que lanzó al presidente del comité, el conservador Damian Collins, al principio de la sesión, cuando le sugirió que renunciara a interrogarle por haber aceptado un regalo de Roman Abramovich, el propietario del club de fútbol Chelsea.
Banks apuntó en los momentos finales de su testimonio al cerebro de la campaña por el sí a la UE, George Osborne, ex ministro del Tesoro y actual director del periódico londinense Evening Standard, que pertenece al empresario ruso Alexander Lebedev.
"El principal líder de la campaña 'dentro' trabaja para un oligarca de Putin en Londres; es obvio el doble rasero y es injusto", protestó crispado.
Banks donó cerca de 10 millones de libras declaradas a la causa del Brexit que reconoció la inmigración como inquietud prioritaria en sectores de la población y explotó la cuestión en la campaña del referéndum, según admitió a los diputados.
Pero también acusó al propio comité de generar "fake news" propagando testimonios de testigos "fantasiosos", cuya credibilidad se ha hecho añicos.