Los posibles suministros de modernos sistemas antiaéreos rusos a Damasco hoy en día son toda una herramienta política de Rusia para seguir negociando con Israel en vez llevar el asunto a un conflicto a gran escala.
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En este caso, si Damasco quiere urgentemente fomentar su defensa antiaérea, tiene pocas opciones, pero algunas sí las tiene, escribe el medio Military Watch en una serie de artículos. Y todas tienen algo que ver con los S-300.
Bavar-373 de Irán
Como aliado cercano de Damasco, Teherán podría considerar la venta o incluso la entrega gratis a Siria de los sistemas antiaéreos Bavar-373 de diseño y fabricación nacional.
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Esos sistemas, creados como respuesta a la suspensión del contrato con Rusia para la compra de los S-300 en la época de las sanciones de la ONU impuestas contra Irán, se parecen en muchos aspectos a su homólogo ruso.
#Iran officially unveils home grown Bavar-373 missile defense system pic.twitter.com/U98qK2Y5KD
— Tasnim News Agency (@Tasnimnews_EN) August 21, 2016
Desde el punto de vista de Damasco, la entrega de los sistemas iraníes significaría una dependencia aún más alta de Teherán, todo sin ofrecer las mismas garantías de protección habitualmente asociadas con los sistemas de fabricación rusa, sostiene el portal.
KN-06 de Corea del Norte
Corea del Norte, también socio de Siria y de otros países que se encuentran bajo presión de las naciones occidentales, tiene su propio sistema antiaéreo moderno, el KN-06, estrenado en 2017.
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Mientras Corea del Norte está 'libre' de las restricciones políticas que enfrenta Rusia a la hora de suministrar el KN-06 a Siria, tendría también sus reservas ya que, primero, las necesita para detener ataques contra su territorio y, segundo, no quiere que las naciones occidentales tengan la posibilidad de estudiar cómo funciona, teoriza el medio.
HQ-9 de China
Pekín considera su sistema antiaéreo HQ-9 entre los mejores en la actualidad, afirma Military Watch.
El país asiático lleva años fabricando los S-300 bajo licencia rusa y también compró los S-400. Una vasta experiencia en el ámbito de sistemas antiaéreos le permite introducir mejoras por su propia cuenta.
También, China mantiene una postura favorable hacia Damasco, si bien no está directamente involucrada en los suministros de armas o el envío de asesores militares.
Tampoco Pekín se ve detenido por las limitaciones políticas, ya que en la región de Oriente Medio, esencialmente, está vendiendo armamento a todos, incluso a rivales directos como Irán y Arabia Saudí sin ponerse de ningún lado concreto, recuerda el medio.
Por otro lado, reza el artículo, un suministro con condiciones privilegiadas significaría el aumento de las pretensiones de China de influir en el futuro de Siria, algo que Damasco, ya estrechamente vinculado con Irán y Rusia, seguramente estaría analizando antes de decidir.
Variantes sí que hay
Así, se puede concluir que los S-300 rusos no son el único sistema antiaéreo disponible en el mercado internacional y fabricado por los países no aliados de EEUU o Israel.
Al fin y al cabo, hacerse con una potente defensa antiaérea no es nada fácil, y algo que sería mejor hacer en tiempos de paz.
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