Dos de los 21 detenidos habían sido liberados antes.
Entre los manifestantes que resultaron heridos en la protesta que se llevó a cabo en el barrio de la Colonia Alemana, en la ciudad de Haifa (norte de Israel), el 18 de mayo, se encuentra Jafar Farah, director del Centro Mossawa por los derechos humanos.
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Farah acusó a la Policía israelí de haberles pegado y haberle roto una rodilla durante su detención en la comisaría. "Lo que ha pasado en los últimos días en Haifa es una vergüenza para la democracia", declaró Farah cuando lo pusieron en libertad.
"Es inconcebible que la gente salga y proteste y se los oprima de esta manera: daños físicos, golpes, humillación. Lo sentí todo en mi propia carne. Esto no es democracia", añadió Farah.
Según la Policía, la detención de Farah no tiene nada que ver con su herida en la pierna. "Los arrestos se hicieron legalmente y siguieron los procedimientos habituales", señaló la Policía israelí en un comunicado.
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"A pesar de los intentos de propagar rumores y calumnias sobre las acciones de la Policía, la investigación ha demostrado que no hubo nada extraordinario que vinculara la herida de uno de los manifestantes a su arresto", aseguró la Policía.
Los manifestantes llevaban pancartas que decían: "Nos oponemos a la ocupación (israelí de los territorios palestinos)", "Judíos y árabes juntos", "Judíos y árabes rechazan ser enemigos" y "No silenciaréis Haifa".
Al mismo tiempo y a unos metros, unas decenas de personas se manifestaron a favor de Israel y la actuación del ejército en Gaza.
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