"Mientras que el Gobierno (sirio) y sus aliados son los responsables de la mayoría de los asesinatos, el grupo extremista Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países) cometió abusos masivos en los territorios que controló en las gobernaciones de Al Raqa y Deir Ezzor", dice el documento.
Los autores del informe afirman que las violaciones de derechos humanos más significativas fueron cometidas por el Gobierno sirio y sus aliados.
Explican que se trata, en particular, del supuesto uso de armas químicas, ataques a instalaciones médicas, arrestos arbitrarios y detenciones a gran escala, acusaciones que Damasco rechaza tajantemente.
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A la vez, se señala que las fuerzas kurdas arrestaron de manera ilegal a líderes de consejos civiles locales, periodistas y a otros civiles, mientras que las opositoras Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) "participaron en el reclutamiento forzoso", incluido el de los niños, y en las torturas.