"Hoy en Brasil se ha evidenciado otra prueba del golpe continuado a fin de forzar la restauración conservadora; no han reparado, para ello, en utilizar la amenaza y el amedrentamiento a las instituciones y a los sectores populares", expresa el texto.
El Tribunal Supremo de Brasil rechazó el miércoles el "habeas corpus" solicitado por la defensa con un estrecho margen de 6 votos a 5 y autorizó detención del expresidente Lula Da Silva, dejando en manos del juez Sergio Moro, quien llevaba el proceso en su contra en la Corte Federal de Paraná, el emitir una orden detención.
La decisión del Tribunal Supremo pone a las puertas de una detención al exmandario condenado a 12 años y un mes de cárcel en segunda instancia, por el Tribunal Regional Federal de la 4 Región, tras presuntos delitos de corrupción y blanqueo de dinero.
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Según la acusación, Lula posee un apartamento tríplex en Sao Paulo, ofrecido por la constructora OAS a cambio de su gestión para concederles contratos en Petrobras.
Además, la acción judicial contra Lula, viene antecedida por la destitución vía de la presidencia a Dilma Rousseff (2011-2016) por parte del Senado.
La expresidenta sucesora de Lula fue sustituida por su vicepresidente Michel Temer, luego que la acusaran emitir tres decretos sin autorización del Parlamento, en los cuales se le permitía usar fondos públicos para sustentar costos de programas de responsabilidad gubernamental y de atrasos en depósitos en la banca pública.