"Hoy terminamos de acompañar el dolor familiar, pero nosotros no queremos impunidad del caso", dijo Francis.
Moreno fue asesinada el 26 de marzo, cuando se dirigía del centro carcelario a su domicilio y fue interceptada por una motocicleta con dos ocupantes desde donde le dispararon 12 veces.
El chofer de la funcionaria recibió un tiro en el estómago y llegó conduciendo al hospital más cercano, donde únicamente verificaron la muerte de la directora penitenciaria.
Esto "violenta el principio de protocolos internos de la institución", comentó Francis.
En un inicio, la ministra de Justicia, Rosana Alvarado, señaló que el crimen de Moreno resultaba "sorprendente" porque no había antecedentes de amenazas registradas, razón por la que la funcionaria penitenciaria no contaba con protección permanente.
Sin embargo, esto fue desmentido por el titular de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Desapariciones, Extorsión y Secuestros de Personas (Dinased), Víctor Aráuz, quien apuntó que la víctima sí "había recibido amenazas en varias ocasiones" y que "una probabilidad es que del interior del centro penitenciario se pudo haber dispuesto ese asesinato".
Para la activista Francis, "ese cambio de discurso es un peligro" y además los allegados de la fallecida están "aislados" de la investigación, aunque reconoció seguramente se debía a "protocolos de seguridad", dijo.
El trabajo de Moreno estuvo enfocado en rehabilitar a las reclusas a través del arte, una labor que desarrolló a lo largo de su vida, cuando también apoyó a integrantes de pandillas juveniles en pro de su reinserción en la sociedad.
"No es una cosa del momentito, ni porque era mi compañera, mi amiga, sino porque su historia es de toda una vida realizando trabajos dentro de las organizaciones indígenas, de mujeres, siempre estaba vinculada a la defensa de los derechos humanos", insistió.
Entre las innovaciones que Moreno introdujo en la cárcel de mujeres de Guayaquil estaban los talleres de arte, música y teatro, las clases de canto para las internas, además de manualidades; asimismo, recientemente había alcanzado un acuerdo con la Universidad de las Artes para llevar la enseñanza formal al centro penitenciario.
"Gavis [Moreno] nunca nos dijo que había temor con relación a su trabajo y también era una mujer que se enfrentaba a cualquier cosa, no era una mujer de temores, era una tipa muy honesta, si algo no era correcto te lo decía", agregó Francis.
La activista insistió en que se buscará justicia, especialmente por los dos hijos menores de edad que deja la funcionaria asesinada, que era madre soltera y mantenía a sus dos ancianos padres.
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El gobernador de la provincia de Guayas, José Francisco Cevallos, donde se encuentra la cárcel de mujeres, anunció el jueves que las autoridades ya tendrían indicios de la autoría del asesinato.
"Estaremos pendientes sobre las acciones que se ejecuten en torno a la investigación por la muerte de Gavis Moreno, ya hay indicios que determinarán las responsabilidades pertinentes", señaló el funcionario en una rueda de prensa.