Internacional

Nueva Zelanda examina denuncia de un exespía del KGB supuestamente envenenado en 2006

MOSCÚ (Sputnik) — La policía neozelandesa examina la denuncia de envenenamiento de un ex doble agente letón, quien servía en el Servicio de Inteligencia soviético (KGB) y espiaba contra Rusia a favor de Letonia.
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El pasado 13 de marzo la cadena británica ITV presentó una entrevista con Borís Karpichkov, quien denunció que en 2006 un desconocido le arrojó un polvo a la cara mientras caminaba en la calle central Queen en Auckland, después del incidente se le cayó todo el pelo y perdió 30 kilos en dos meses.

"En estos momentos examinamos nuestros archivos para analizar qué información tenemos sobre Karpichkov, y teniendo en cuenta el carácter histórico del asunto, es probable que tardemos algún tiempo en completar el análisis", dijo un portavoz de la policía neozelandesa, citado por el periódico New Zealand Herald.

Según el periódico The Guardian, Karpichkov servía en los 80 en Letonia en el KGB.

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Tras la desintegración de la USSR se sumó al servicio secreto letón, pero seguía colaborando con las organizaciones sucesoras del KGB, y a partir del 1995 empezó a pasar información secreta de Rusia al Gobierno letón y sus aliados de Occidente.

Fue descubierto en 1998 y entonces llegó a Londres, pero en 2006 un agente conocido le dijo que su vida corría peligro, lo que empujo a Karpichkov a huir a Auckland.

Tras sufrir el ataque, regresó al Reino Unido.

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Karpichkov compartió su historia una semana después de que se informara que la policía británica encontró inconscientes al excoronel ruso Serguéi Skripal, y su hija Yulia.

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El Gobierno británico informó que los dos fueron envenenados con una sustancia de la familia de armas químicas Novichok, desarrollada en Rusia, y culpó directamente a las autoridades rusas por el intento de asesinato.

Como represalia, la primera ministra Theresa May anunció la expulsión de 23 diplomáticos rusos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países.

Rusia rechazó las acusaciones, por infundadas, y propuso al Reino Unido investigar conjuntamente ese incidente.

El canciller ruso, Serguéi Lavrov, aseguró que Rusia expulsará pronto a diplomáticos británicos para responder a las medidas de Downing Street.

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