"Es una lucha de Brasil, de América Latina y de todo el mundo, una lucha de todas las mujeres que queremos un futuro diferente (…) queremos decirle al mundo que nuestra lucha es capaz de cambiar las estructuras arcaicas patriarcales que nos oprimen todos los días", explicó en declaraciones a Sputnik la estudiante Camila Souza en la marcha de Río de Janeiro.
En Río de Janeiro predominaron lemas como "Ni una menos", en referencia a las mujeres que mueren asesinadas a manos de sus parejas, o pancartas a favor de la despenalización del aborto, que en Brasil solo está permitido en tres supuestos: violación, riesgo para la vida de la madre o anencefalia del feto.
La manifestación tuvo cierto carácter político, dado que muchas de las presentes en la marcha se referían a las próximas elecciones como una oportunidad para renovar el Congreso Nacional (mayoritariamente masculino, tan solo hay un diez por ciento de mujeres) para que las pautas feministas empiecen a ser una prioridad para los legisladores.
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A pesar del carácter transversal de la mayoría de reivindicaciones, hubo también críticas directas al Gobierno de Michel Temer, acusado de desmontar la escasa cobertura que tienen las mujeres en Brasil y de frenar los avances igualitarios al recortar el gasto social.
El regreso del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) en las próximas elecciones de octubre era el anhelo de un nutrido grupo de mujeres que considera que el líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) ha sido el único presidente que ha tenido Brasil con sensibilidad hacia los pobres y las mujeres.
Respecto de la expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016) Freitas y sus compañeras remarcaron que fue un ejemplo de la violencia estructural contra las mujeres que se vive en el país y de la que no se libra ni siquiera una presidenta de la República.
"El golpe que dieron contra ella tuvo mucho de machismo, ella era una mujer que mandaba en un mundo de hombres y muchos no aceptaron eso; pero ella salió del Gobierno con la cabeza bien alta", subrayó Freitas.
Movimientos sociales de izquierda, sindicatos, colectivos de feministas negras y grupos LGTB también formaron parte de una protesta que en Río de Janeiro estuvo marcada por una intensa lluvia.