Más temprano el periódico The Washington Post afirmó, citando fuentes propias, que el Gobierno estadounidense estudiaba lanzar nuevos bombardeos contra las fuerzas sirias.
"Por regla general, no comentamos nuestros planes militares", se limitó a decir el portavoz del Pentágono, Adrian Rankine-Galloway.
El diario aseguró que el presidente estadounidense, Donald Trump, se reunió con el jefe de su Gabinete, John Kelly, el asesor de seguridad nacional Herbert McMaster y el jefe del Pentágono, James Mattis.
La portavoz del Pentágono, Dana White, desmintió al periódico y dijo que Mattis no había participado en ninguna reunión.
Sin embargo, un representante del Gobierno estadounidense aseguró que Mattis se opuso a nuevos ataques militares contra las fuerzas sirias, mientras que McMaster defendió una operación.
El diario afirma, siempre citando a su misma fuente, que Trump finalmente no aprobó acciones armadas contra el Gobierno sirio.
El 6 de febrero, una comisión independiente de la ONU encargada de investigar la situación en Siria señaló que le preocupaba la escalada de la violencia en Idlib y Guta Oriental, donde probablemente se habría usado cloro.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, declaró el 28 de febrero que "Estados Unidos y sus aliados utilizan cínicamente afirmaciones infundadas sobre el uso, por parte de Damasco, de sustancias tóxicas como un instrumento de la ingeniería geopolítica antisiria".
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Según la Organización Mundial de la Salud, el incidente en Jan Sheijun se saldó con más de 80 muertos.
Los opositores culparon a Damasco, pero las autoridades sirias rechazaron la acusación y es un año antes la OPAQ había corroborado la completa eliminación del arsenal químico sirio.