"La decisión de poner a prueba este caza en condiciones de combate real es muy adecuada", recalcó.
"Aquí no se trata de imágenes en portadas de revistas que lo alaban, sino de una prueba en condiciones de combate real. Lo más importante es ponerlo a prueba en una región donde las temperaturas y los tipos de terreno varían", destacó Baranets.
A lo largo de la operación en Siria, Rusia ha probado más de 400 unidades de armas, vehículos de combate, fusiles y otro material bélico, recordó el especialista.
"La guerra es el examinador más estricto para cualquier arma. La decisión rusa de poner a prueba sus armas en la lucha antiterrorista es más que correcta", añadió.
El 21 de febrero, un bloguero sirio-libanés publicó en su cuenta de Twitter una foto en la que aparecían dos cazas de quinta generación rusos acompañados por otros aparatos sofisticados sobrevolando la zona.
De acuerdo con la información publicada por el periódico Kommersant, que cita fuentes en el mando militar ruso, los Su-57 llegaron a Siria el 21 de febrero. Uno de los entrevistados por el diario especificó que los aviones se reubicaron en el marco del programa "para probar los sistemas de armamento de cazas de quinta generación".
Los blogueros del canal de Telegram Captain Vrungel especifican que los Su-57 fueron enviados a Siria para acelerar la producción masiva de estas máquinas. Una tarea adicional es probar el equipo radioelectrónico de a bordo y las armas de combate en condiciones reales, "fuera del polígono de entrenamiento".
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