Choi Soon-sil, la amiga de la expresidenta Park Geun-hye, de hecho, jugaba un papel parecido al de Grigori Rasputín en la familia imperial rusa por la influencia que tenía sobre la exmandataria. Choi usó su mayor pasión —leer las cartas y adivinar el futuro— para influir sobre la presidenta Park, que aceptaba sus consejos, escribe el columnista Alexandr Braterski en su artículo para el medio Gazeta.ru.
"Sin embargo, es poco probable que Choi, pese a su pasión por la adivinación, pudiera predecir tanto su destino, como las consecuencias políticas de sus acciones para la República de Corea —nombre oficial de Corea del Sur—", destaca el analista.
La vidente que ayudó a Pyongyang
Pyongyang nunca escondió su negativa relación con la expresidenta, hija del exdirigente surcoreano Park Chung-hee, uno de los principales enemigos del vecino del norte.
La inteligencia surcoreana informó en junio de 2016 que Pyongyang condenó a Park Geun-hye a la muerte por haber preparado una tentativa de asesinato contra el líder norcoreano, Kim Jong-un. Las autoridades del norte no se tranquilizaron incluso después del 'impeachment' de Park y prometieron hacer realidad sus amenazas.
En esta situación, el diálogo parecía poco probable, pero todo cambió tras la llegada del nuevo mandatario, Moon Jae-in. A diferencia de su predecesora, el político siempre se ha mostrado dispuesto a conversar con Pyongyang, enfatiza Braterski.
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La llegada al poder de las fuerzas liberales de izquierda tras el 'impeachment' de la presidenta de derecha es algo natural, señaló Kunadze.
Las nuevas autoridades se muestran a favor de negociar con el norte, ya que para ellos "la unidad de la nación coreana es una cosa prioritaria", añadió el diplomático.
Entretanto, el deseo de Pyongyang de 'romper' el aislamiento es bastante fuerte. Los Juegos Olímpicos de 2018 en la ciudad surcoreana de Pyeongchang contribuyó al acercamiento entre las dos Coreas, explicó Braterski.
Los lazos familiares salvan la partida
Los JJOO contribuyeron aún más al diálogo entre Seúl y Pyongyang. Al evento deportivo asistió una delegación multitudinaria de Corea del Norte encabezada por la hermana del líder del país, Kim Yo-jong.
Si bien no ocupa oficialmente ningún cargo importante en su país, se considera una de las figuras políticas más importantes de la clase dirigente norcoreana.
Kim cautivó al público surcoreano con sus maneras. Ella admitió que nunca llegó a imaginar que viajaría al sur y añadió que antes pensaba que Corea del Sur sería completamente diferente al norte, mientras que en realidad muchas cosas le parecieron casi iguales.
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La diplomacia de la hermana de Kim Jong-un resultó ser muy provechosa, afirma el medio estadounidense The Washington Post. Durante su estancia en el sur, la enviada conversó con el presidente Moon en cuatro ocasiones y le transmitió la invitación de Kim Jong-un de visitar Pyongyang.
En caso de que el presidente surcoreano decida visitar Pyongyang, será la primera reunión de los líderes de los dos Estados coreanos desde el año 2007. Para el mandatario actual de Corea del Norte, Kim Jong-un, será su primera entrevista de este tipo.
Será difícil para el presidente Moon tomar la decisión de visitar Pyongyang, declaró Kunadze. En el pasado, los líderes surcoreanos visitaban Pyongyang en los períodos de acercamiento. Sin embargo, los líderes norcoreanos nunca han visitado Seúl.
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"Los norcoreanos se niegan a visitar Seúl, porque creen que ellos representan la Corea unida, mientras consideran que sus vecinos del sur son títeres", explicó el diplomático.
Además, existe otra razón por la que los líderes norcoreanos no han visitado el sur.
"Si el líder de Corea del Norte viaja a Seúl, Pyongyang tendrá que transmitir su visita por televisión, y así los norcoreanos, que están seguros de que la gente en Corea del Sur vive en pobreza, verán una ciudad del siglo XXI", concluyó el exembajador ruso en Seúl.