El desaire del ministro conservador se debe a un documento filtrado a los medios sobre sanciones que la Unión Europea (UE) podría imponer al Reino Unido durante el periodo de transición a la futura relación.
"No creo que fuera en buena fe publicar un documento con un lenguaje francamente descortés", ha denunciado Davis en una entrevista compartida con Sputnik y otros medios extranjeros.
Restringir el acceso al mercado común si Reino Unido incumple las normas comunitarias en la fase de implementación del Brexit es una de las propuestas que han puesto en pie de guerra a los euroescépticos británicos.
"Ese no es el propósito de este ejercicio, no es en buena fe, y creemos que es insensato publicarlo", añadió tachándolo de "documento político" sin base legal.
La segunda fase de las negociaciones se centra en los términos de la transición del brexit, es decir, desde la retirada oficial de Reino Unido en marzo de 2019 al inicio de su trayectoria independiente unos dos años después.
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El mensaje a países externos será que Londres sigue siendo Estado miembro de la UE durante la transición, de acuerdo con una "nota técnica" cuyo eco ha recogido el Financial Times.
Sobre este horizonte, la primera ministra, Theresa May, simplemente reiteró su ambición de forjar una "profunda y especial asociación con la UE" durante un encuentro con empresarios e inversores japoneses.
Antes había reunido al núcleo fuerte de su Gabinete con el fin de diseñar una posición lo más consensuada posible sobre el futuro del Reino Unido.
Con los ministros profundamente divididos en torno al pos-brexit, la reunión se desarrolló en "un ambiente constructivo", según Davis.
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El titular del ministerio del Brexit reconoció que "queda mucho por delante" para dar con una fórmula aceptable internamente y negociable con la UE.