"Hay una necesidad imperiosa de que el presidente Evo Morales haga un giro de timón en el Gobierno para que podamos hablar de una actitud de apertura y de escucha al pueblo boliviano si no queremos que la conflictividad vaya acrecentándose en el país", dijo el especialista.
Para el también investigador en temas económicos, sociales y políticos, Morales celebrará un año más de gestión marcado por un franco desgaste y pérdida de credibilidad de la población frente a las instituciones gubernamentales debido a la excesiva hegemonía en el manejo del Estado.
"La gente movilizada en demanda del respeto al referéndum del 21 de febrero de 2016 (que rechazó una nueva reelección presidencial) y la negativa al nuevo Código del Sistema Penal muestra no solamente una preocupación de la población ante la ausencia de respuestas sino una falta de credibilidad ante las instancias gubernamentales fruto de la excesiva hegemonía que se ha ido viviendo este tiempo", explicó Núñez.
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Asimismo, señaló que más allá de la agenda crítica en el ámbito democrático-institucional que ha generado una tensión social en los últimos meses en Bolivia, Morales está ante grandes "retos" en el ámbito económico y social.
"Hay que reconocer que hubo una reducción de la pobreza, pero por esta dependencia de los ingresos de los hidrocarburos los avances en materia social se hacen insostenibles en el tiempo", advirtió Núñez, quien enfatizó que "importantes sectores de población —que mejoraron sus niveles de vida- se ven en condiciones de vulnerabilidad porque no se transformó una economía basada en el comercio y servicios muy dependiente de la inversión pública".
En opinión del especialista, la sostenibilidad de los avances sociales depende de la diversificación de la economía y la generación de fuentes de empleo de calidad.
Otro de los grandes temas es el creciente abandono de la actividad agrícola "ante la ausencia de políticas de desarrollo rural que han ido generando un proceso de migración campo-ciudad y que hoy día está debilitando la capacidad productiva en el sector agropecuario", advirtió Núñez al señalar que –en este momento- Bolivia importa un valor de 50 millones de dólares cada mes en productos alimenticios.
"Creo que una adecuada planificación para el desarrollo, donde podamos comprometer inversión de recursos que sean más sostenibles en el tiempo es importante", concluyó Núñez.
El 22 de enero, el Gobierno boliviano celebrará el Día del Estado Plurinacional y el presidente Morales tiene previsto dar un mensaje-informe de gestión de dos horas que — según lo anunciado por las autoridades bolivianas- resumirá los logros de 12 años de manejo de este país sudamericano.