La presencia de los servicios secretos israelíes en Irán fue denunciada en más de una ocasión por los dirigentes iraníes, incluso en estos últimos días, y su objetivo consiste, según los iraníes, en desestabilizar Irán para acabar con la revolución islámica de 1979.
En una conferencia pronunciada en el ministerio de Finanzas de Israel, Cohen manifestó que las "altas expectativas" que muchos iraníes pusieron en el actual presidente Hasán Rohaní no se cumplieron y la situación económica no ha mejorado lo suficiente.
"Esta realidad está empujando a la gente a las calles, aunque es necesario moderar las expectativas. A mí me gustaría ver una revolución" en Irán, dijo Cohen, "pero los manifestantes se tienen que enfrentar a fuerzas" policiales.
El jefe del Mosad se felicitó de que desde la entrada de Donald Trump en la Casa Blanca hace un año se registró un acercamiento de las relaciones entre Estados Unidos e Israel en lo concerniente a su visión de lo que sucede en Oriente Próximo.