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En Colombia, políticos "se oponen a un cambio porque en el pasado eran aliados de paramilitares"

Petro propuso reactivar la Mesa de Paz con las Autodefensas Unidas de Colombia
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El presidente Gustavo Petro propuso reactivar la Mesa de Paz con las Autodefensas Unidas de Colombia. Además, el jueves 3 de octubre entregó 8.430 hectáreas de tierras a campesinos víctimas del conflicto en el municipio de Montería, capital del departamento de Córdoba. Dentro de ellas, hay 7.916 hectáreas que pertenecieron a jefes paramilitares.

"Colombia tuvo una violencia organizada desde 1940, con varios ciclos, y lo que el presidente Gustavo Petro propuso es avanzar en una Colombia de paz", dijo a Acentos el analista de las violencias organizadas y sus perspectivas de superación en Colombia, Luis Celis.

El presidente "busca cerrar un grifo poco a poco, con logros importantes y un sufrimiento enorme de la sociedad. Hay un acuerdo con el Ejército de Liberación Nacional y otras entidades paramilitares, pero el objetivo es uno solo", señaló.
"Los antecedentes se remontan a la negociación del entonces presidente Álvaro Uribe, entre 2002 y 2007, con las Autodefensas Unidas de Colombia, los cuales tenían a sus líderes siendo extraditados. Quedan tareas pendientes", agregó.
Celis aseguró que hay fuerzas políticas que se oponen a una agenda de cambio, ya que en el pasado eran aliados de las fuerzas paramilitares y le temen a la verdad.
Por último, el analista habló sobre la entrega de tierras. "Este tema es central porque nuestra larga violencia está ligada a la tenencia de terrenos. Hay un conflicto en el mundo rural porque hay mucha tierra en pocas manos y muchas manos sin tierra. Este Gobierno tiene el compromiso de resolverlo", cerró.

"En Haití no se puede hablar de elecciones si no hay seguridad"

La violencia producida por bandas criminales, sumada a las precarias condiciones de sobrevivencia, determinaron el desplazamiento de sus hogares de unas 700.000 personas en Haití, la mitad de ellos niños. Sumado a ello, en 2024 fueron asesinadas, al menos, 3.660 personas por la acción de las bandas, entre ellos, los abatidos en la guerra entre pandillas o por la acción de los policías sobre esos grupos.
"En Haití es compleja la situación. La crisis la podemos remontar al asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021. La imposición de su sucesor fue influenciada por Estados Unidos y agudizó la crisis de inseguridad, que ya exista antes del asesinato. A partir de allí, empezaron los secuestros y las guerras por territorio", aseguró a Acentos la investigadora y profesora haitiana Tania Pierre Charles.

"El 90% de la población está en el sector informal. Se ha instaurado un escenario de terror. Porque uno sale de su casa, pero no sabe si vuelve. Ya no se puede hablar de elecciones, ni de nada, si no hay seguridad", agregó.

Ante este panorama, la ONU renovó por un año más la misión multinacional de seguridad en Haití. “No creo que esto resuelva la crisis, es una misión más. No dan resultados y requieren muchos recursos. Esto nos da la pauta de que nuevamente la solución tiene que venir de nosotros. Hay que esperar la utopía”, cerró.
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