"Me cambió la vida y estoy muy agradecida": la experiencia de recibir un trasplante de riñón | Video
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Este 26 de septiembre se conmemora en México el Día Nacional de la Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos. Sputnik te presenta la historia de Vania, una... 26.09.2023, Sputnik Mundo
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"Te llamo del hospital, del servicio de urgencias, tenemos una donación cadavérica y tú eres posible receptora, necesitamos que vengas rápido a hacerte unas pruebas para ver si estás en condiciones de recibir la donación", le dijo la voz al otro lado de la línea a Vania. Era febrero de 2016. Para ese entonces, la joven se había sometido por dos años y medio a proceso de hemodiálisis, esto luego de que sus riñones comenzaran a fallar como consecuencia del lupus que le fue diagnosticado años antes. En entrevista con Sputnik, la mujer cuenta que dicha enfermedad autoinmune afecta en mayor medida a los riñones. Cuando se pierde esta función, añadió, no existe una cura, sólo tratamientos: la diálisis, la hemodiálisis y el trasplante.El proceso rumbo al transplante Como paciente con lupus, antes de anotarse a la lista de espera por un riñón, Vania tuvo que conseguir que la enfermedad estuviera en remisión; es decir, sin síntomas, por lo menos por un año. Después de que diversos especialistas, desde cardiólogos, psiquiatras y hasta odontólogos, le confirmaron que podía recibir una cirugía de esa envergadura, la joven enfermera se registró en la lista de espera del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra). En entrevista con Sputnik, el director general del Cenatra, el doctor José Salvador Aburto Morales, explica que este ente dependiente de la Secretaría de Salud del Gobierno de México, es el órgano rector para que los procesos de donación y trasplantes en el país latinoamericano se hagan con equidad y transparencia pero, sobre todo, apegados a la Ley General de Salud.El médico cirujano con certificación en trasplante renal por el Consejo Nacional Mexicano de Urología A.C. detalló que ningún órgano o tejido puede ser asignado a nadie que no esté en el Registro Nacional de Trasplantes. Y explicó que el mecanismo permite conocer quién y qué órganos o tejidos dona. "Si es en vida, si es después de su fallecimiento, en qué establecimiento, en qué ciudad, en qué entidad federativa, en qué institución y así es como le damos seguimiento a la trazabilidad [del proceso]", detalla. Tras conseguir que el lupus estuviera en remisión y lograr anotarse en la lista de espera del Centra, Vania comenzó a buscar un hospital en donde realizarse el trasplante.Su única opción, entonces, fue el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, en donde ya la atendían por el tema del lupus y en donde tuvo que pagar según un estudio socioeconómico realizado por el hospital.Buscando compatibilidadUna vez que estás en la lista de espera para conseguir una donación de órgano, comparte Vania, es necesario acudir cada mes o dos meses a dejar una muestra de sangre que, cuando llega una donación, sirve para cotejar quién es compatible.En entrevista con Sputnik, el doctor y académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM, Dante Amato Martínez, explicó cómo se define la compatibilidad entre el donante y el receptor.El cuerpo humano, explica, posee una serie de moléculas llamadas antígenos. A su vez, las moléculas que determinan qué tipo de sangre tenemos se encuentran en la membrana de los glóbulos rojos, que también son antígenos. En el resto de las células, detalla, contamos con los llamados antígenos de histocompatibilidad.Así, cuando hay un posible donador, el hospital llama a los candidatos que podrían recibir el trasplante. No obstante, "no te llama nada más a ti, llama a muchas personas que pueden ser compatibles, de tres a cuatro", detalla Vania.El día que el personal de salud la contactó, la primera persona a la que Vania logró llamar para avisarle fue a su esposo, Javier, quien en diálogo con este medio compartió cómo fue el momento."Recuerdo que [yo] tenía un viaje para Hidalgo y me llama Vania y me dice: 'oye, ¿qué crees? Me hablaron de Nutrición'", rememora. "¿Qué te dijeron?", le preguntó Javier.Unas horas después, su esposa le volvió a llamar para decirle que, al parecer, ella sería seleccionada. "No me han confirmado nada, pero me dijeron que deje ya mi celular y mis cosas y ya no voy a tener comunicación, entonces, creo que soy la candidata", le compartió.Al llegar al hospital, más o menos a las 11:30 de la noche, los papás de Javier y de Vania ya estaban ahí y recibieron el parte médico del doctor que hizo el transplante, quien les indicó que todo había salido bien. "La idea era verla en terapia intensiva y yo iba con mucha alegría y cuando la vi (...) sabía obviamente que ella estaba bien, solamente que tenía que estar en esa zona, toda conectada y drogada y ahí sí me puse a llorar", refiere.La vida después de un trasplanteA siete años del trasplante, Vania respeta la visión de quienes lo ven como una segunda oportunidad para vivir.Para ella, sin embargo, no es tan sencillo, pues aunque recuerda que no era feliz durante la hemodiálisis, sabe perfectamente que ese tratamiento le permitió continuar con sus actividades, como ir a la escuela o hacer sus prácticas de enfermería, la carrera que estudió.De cualquier manera, la joven enfermera recuerda con emoción el momento en el que, después de la cirugía, el médico que la atendía le preguntó si sabía cuál era su nivel de creatinina, un desecho generado por los músculos como resultado de las actividades diarias que normalmente es filtrada por los riñones y expulsada a través de la orina, pero cuando hay un problema renal, la creatinina se puede acumular en la sangre. Vania explicó que, en condiciones normales en mujeres, este compuesto orgánico debe estar en 0,9, pero ella "con hemodiálisis tenía 6 o 9 de creatinina, que puede ser algo aceptable".Cuando el doctor le informó que su nivel estaba en 0,5, Vania agradeció que su cuerpo respondiera de esa manera, sobre todo porque los últimos meses en hemodiálisis fueron agotadores. "Yo empecé a llorar, me dio mucha emoción", narra.Un panorama de la donación en MéxicoCada año se realizan en el mundo más de 120.000 trasplantes de órganos. Sin embargo, esa cifra cubre sólo el 12% de los que serían necesarios, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).Específicamente en México, cifras recabadas por el Cenatra con corte al 6 de julio de 2023 dan cuenta de que, actualmente, 20.253 personas esperan un trasplante en el país latinoamericano.Del total, 16.417 esperan un riñón; 3.563, córnea; 224, hígado; 35, corazón; 5, hígado-riñón; 4, páncreas; 2, riñón-páncreas; 2, corazón-riñón; 1, corazón-pulmón.Adicionalmente, en lo que va del 2023, en México se han realizado 2.358 trasplantes de córnea; 2.074 trasplantes de riñón; 202 trasplantes de hígado; 25 de corazón; 8 de riñón-riñón; 7 de hígado-riñón; 4 de pulmón-pulmón; 2 de corazón-riñón y 1 de pulmón, de acuerdo con el Sistema Informático del Registro Nacional de Trasplantes (SIRNT). Al respecto, el doctor Amato Martínez considera que en el país latinoamericano todavía se realizan escasas donaciones cadavéricas.Por lo anterior, el experto en salud considera que el país latinoamericano debe empezar por tener leyes que faciliten más el trasplante. Por ejemplo, explica, en España, si alguien fallece sin haber dado instrucciones, se considera que sí quería donar y se toman sus órganos. "Muy diferente a lo que ocurre aquí, que aunque el paciente haya externado su deseo de donar, si la familia no lo acepta, para evitar problemas legales, no se usan [sus órganos]".Para aquellos que deseen donar en vida, la joven enfermera reconoce que, a pesar de que es normal sentir temor, no hay que dar por hecho la salud."La gente tiene mucho temor y es muy válido, pero la realidad es que hay más probabilidades de que una persona sana necesite un órgano a que lo reciba. A veces damos por hecho las cosas y la verdad es que, aunque estés sano, por un accidente pudieras necesitar un órgano", concluye.
💗 salud, méxico, issste (instituto de seguridad y servicios sociales de los trabajadores del estado), organización mundial de la salud, trasplante, 📝 reportajes
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"Me cambió la vida y estoy muy agradecida": la experiencia de recibir un trasplante de riñón | Video
Este 26 de septiembre se conmemora en México el Día Nacional de la Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos. Sputnik te presenta la historia de Vania, una mujer que recibió un riñón por medio de una donación que asegura le "cambió la vida".
"Te llamo del hospital, del servicio de urgencias, tenemos una donación cadavérica y tú eres posible receptora, necesitamos que vengas rápido a hacerte unas pruebas para ver si estás en condiciones de recibir la donación", le dijo la voz al otro lado de la línea a Vania.
Era febrero de 2016. Para ese entonces, la joven se había sometido por dos años y medio a proceso de hemodiálisis, esto luego de que sus riñones comenzaran a fallar como consecuencia del lupus que le fue diagnosticado años antes.
En entrevista con Sputnik, la mujer cuenta que dicha enfermedad autoinmune afecta en mayor medida a los riñones. Cuando se pierde esta función, añadió, no existe una cura, sólo tratamientos: la diálisis, la hemodiálisis y el trasplante.
"Yo estuve durante dos años y medio en hemodiálisis y estaba buscando una donación [de riñón] porque, si bien yo estuve muy bien, sí con algunas complicaciones leves, (...) no es lo ideal estar dependiendo de una máquina que hace todas las funciones que los riñones no hacían, es desgastante", relata.
El proceso rumbo al transplante
Como paciente con lupus, antes de anotarse a la lista de espera por un riñón, Vania tuvo que conseguir que la enfermedad estuviera en remisión; es decir, sin síntomas, por lo menos por un año.
Después de que diversos especialistas, desde cardiólogos, psiquiatras y hasta odontólogos, le confirmaron que podía recibir una cirugía de esa envergadura, la joven enfermera se registró en la lista de espera del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra).
En entrevista con Sputnik, el director general del Cenatra, el doctor José Salvador Aburto Morales, explica que este ente dependiente de la Secretaría de Salud del Gobierno de México, es el órgano rector para que los procesos de donación y trasplantes en el país latinoamericano se hagan con equidad y transparencia pero, sobre todo, apegados a la Ley General de Salud.
El médico cirujano con certificación en trasplante renal por el Consejo Nacional Mexicano de Urología A.C. detalló que ningún órgano o tejido puede ser asignado a nadie que no esté en el Registro Nacional de Trasplantes. Y explicó que el mecanismo permite conocer quién y qué órganos o tejidos dona.
"Si es en vida, si es después de su fallecimiento, en qué establecimiento, en qué ciudad, en qué entidad federativa, en qué institución y así es como le damos seguimiento a la trazabilidad [del proceso]", detalla.
Tras conseguir que el lupus estuviera en remisión y lograr anotarse en la lista de espera del Centra, Vania comenzó a buscar un hospital en donde realizarse el trasplante.
"Fui primero a ver en el IMSS, porque mucha gente me decía que avanza muy rápido la lista (...), pero [ahí] me dijeron: 'aquí te tenemos que cambiar a diálisis peritoneal, porque ese es el protocolo' y yo dije no. Después me fui al ISSSTE y me dijeron: 'aquí casi no hacemos donaciones, si tienes a tu donador en vida, todo [será] muy rápido, pero aquí no es como que se fomente mucho la donación'", narró Vania.
Su única opción, entonces, fue el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, en donde ya la atendían por el tema del lupus y en donde tuvo que pagar según un estudio socioeconómico realizado por el hospital.
Buscando compatibilidad
Una vez que estás en la lista de espera para conseguir una donación de órgano, comparte Vania, es necesario acudir cada mes o dos meses a dejar una muestra de sangre que, cuando llega una donación, sirve para cotejar quién es compatible.
En entrevista con Sputnik, el doctor y académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM, Dante Amato Martínez, explicó cómo se define la compatibilidad entre el donante y el receptor.
El cuerpo humano, explica, posee una serie de moléculas llamadas antígenos. A su vez, las moléculas que determinan qué tipo de sangre tenemos se encuentran en la membrana de los glóbulos rojos, que también son antígenos. En el resto de las células, detalla, contamos con los llamados antígenos de histocompatibilidad.
"Son varios, son cerca de una decena de antígenos que hay que ver que sean compatibles. Son análisis relativamente complicados, pero sí es muy importante que haya compatibilidad, porque si no, el trasplante se rechaza", ahondó el especialista.
Así, cuando hay un posible donador, el hospital llama a los candidatos que podrían recibir el trasplante. No obstante, "no te llama nada más a ti, llama a muchas personas que pueden ser compatibles, de tres a cuatro", detalla Vania.
El día que el personal de salud la contactó, la primera persona a la que Vania logró llamar para avisarle fue a su esposo, Javier, quien en diálogo con este medio compartió cómo fue el momento.
"Recuerdo que [yo] tenía un viaje para Hidalgo y me llama Vania y me dice: 'oye, ¿qué crees? Me hablaron de Nutrición'", rememora. "¿Qué te dijeron?", le preguntó Javier.
"Que vaya para allá porque hay un riñón y soy potencial candidata, nada más quiero que estés tranquilo (...) yo también estoy muy tranquila, porque seguramente van a llamar a más personas y no es muy probable que yo me quede a la primera", le respondió Vania.
Unas horas después, su esposa le volvió a llamar para decirle que, al parecer, ella sería seleccionada. "No me han confirmado nada, pero me dijeron que deje ya mi celular y mis cosas y ya no voy a tener comunicación, entonces, creo que soy la candidata", le compartió.
Al llegar al hospital, más o menos a las 11:30 de la noche, los papás de Javier y de Vania ya estaban ahí y recibieron el parte médico del doctor que hizo el transplante, quien les indicó que todo había salido bien.
"La idea era verla en terapia intensiva y yo iba con mucha alegría y cuando la vi (...) sabía obviamente que ella estaba bien, solamente que tenía que estar en esa zona, toda conectada y drogada y ahí sí me puse a llorar", refiere.
A decir del doctor José Salvador Aburto Morales, en una cirugía de trasplante de riñón por donación cadavérica intervienen, en promedio, cerca de 100 personas, desde enfermeras, camilleros, cardiólogos, médicos legistas, Ministerios Públicos, choferes y hasta pilotos.
La vida después de un trasplante
A siete años del trasplante, Vania respeta la visión de quienes lo ven como una segunda oportunidad para vivir.
Para ella, sin embargo, no es tan sencillo, pues aunque recuerda que no era feliz durante la hemodiálisis, sabe perfectamente que ese tratamiento le permitió continuar con sus actividades, como ir a la escuela o hacer sus prácticas de enfermería, la carrera que estudió.
De cualquier manera, la joven enfermera recuerda con emoción el momento en el que, después de la cirugía, el médico que la atendía le preguntó si sabía cuál era su nivel de creatinina, un desecho generado por los músculos como resultado de las actividades diarias que normalmente es filtrada por los riñones y expulsada a través de la orina, pero cuando hay un problema renal, la creatinina se puede acumular en la sangre.
Vania explicó que, en condiciones normales en mujeres, este compuesto orgánico debe estar en 0,9, pero ella "con hemodiálisis tenía 6 o 9 de creatinina, que puede ser algo aceptable".
Cuando el doctor le informó que su nivel estaba en 0,5, Vania agradeció que su cuerpo respondiera de esa manera, sobre todo porque los últimos meses en hemodiálisis fueron agotadores. "Yo empecé a llorar, me dio mucha emoción", narra.
"El hecho de que alguna familia o alguna persona haya decidido que sí quería donar sus órganos es como un acto de amor (...) gracias a esa persona yo estoy bien, o sea, he estado lo mejor que he podido y me cambió la vida y estoy muy agradecida", asegura.
Un panorama de la donación en México
Cada año se realizan en el mundo más de 120.000 trasplantes de órganos. Sin embargo, esa cifra cubre sólo el 12% de los que serían necesarios, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Específicamente en México, cifras recabadas por el Cenatra con corte al 6 de julio de 2023 dan cuenta de que, actualmente, 20.253 personas esperan un trasplante en el país latinoamericano.
Adicionalmente, en lo que va del 2023, en México se han realizado 2.358 trasplantes de córnea; 2.074 trasplantes de riñón; 202 trasplantes de hígado; 25 de corazón; 8 de riñón-riñón; 7 de hígado-riñón; 4 de pulmón-pulmón; 2 de corazón-riñón y 1 de pulmón, de acuerdo con el Sistema Informático del Registro Nacional de Trasplantes (SIRNT).
Al respecto, el doctor Amato Martínez considera que en el país latinoamericano todavía se realizan escasas donaciones cadavéricas.
"[Quienes] no tienen un pariente o a una persona viva que esté dispuesta a donarles pueden estar en la lista de espera hasta que fallecen, sin que aparezca nunca un donador compatible. Tenemos una cantidad de donadores cadavéricos espeluznantemente baja, incluso comparado con países con un grado similar de desarrollo al nuestro", subraya.
Por lo anterior, el experto en salud considera que el país latinoamericano debe empezar por tener leyes que faciliten más el trasplante. Por ejemplo, explica, en España, si alguien fallece sin haber dado instrucciones, se considera que sí quería donar y se toman sus órganos. "Muy diferente a lo que ocurre aquí, que aunque el paciente haya externado su deseo de donar, si la familia no lo acepta, para evitar problemas legales, no se usan [sus órganos]".
"Lo más importante es que se comunique esta decisión muy personal a la familia, o sea, que se cumpla esta voluntad y que se comunique a la familia: yo quiero ser donador", señala Vania y recuerda que, quien desee convertirse en donador después de la muerte, puede anotarse como voluntario en el Cenatra.
Para aquellos que deseen donar en vida, la joven enfermera reconoce que, a pesar de que es normal sentir temor, no hay que dar por hecho la salud.
"La gente tiene mucho temor y es muy válido, pero la realidad es que hay más probabilidades de que una persona sana necesite un órgano a que lo reciba. A veces damos por hecho las cosas y la verdad es que, aunque estés sano, por un accidente pudieras necesitar un órgano", concluye.
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