La presión de EEUU sobre el presal hace regresar a Brasil "a los períodos colonial y poscolonial"
© AFP 2023 / Vanderlei Almeida
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El presal brasileño cumple 15 años de batir récords de exportación, pero también de frustración entre los sectores sociales del país. Expertos explicaron a Sputnik cómo la presión de EEUU y del capital extranjero hizo que el 'pasaporte al futuro' de Brasil se transformara en un régimen de explotación colonial.
En septiembre se cumplen 15 años de exploración petrolífera en la capa presal de Brasil, una reserva que convirtió al país en el 10º productor mundial y el mayor exportador de América Latina.
Desde septiembre de 2008, en que se realizaron las primeras extracciones desde ella, la capa presal ya ha producido más de 5.500 millones de barriles de petróleo y hoy representa el 78% de la producción estatal del país suramericano.
A pesar de los datos positivos, sectores de la sociedad brasileña expresan su frustración por el papel que el 'oro negro' ha desempeñado en el desarrollo nacional.
"Los resultados podrían haber sido mucho mejores. Pero en el momento del descubrimiento, se proyectó un potencial de desarrollo poco realista", comentó a Sputnik el vicepresidente de la Asociación de Ingenieros de Petrobras, Francisco Coutinho.
La consultora de FGV Energía y directora de la Agencia Nacional de Petróleo entre 2012 y 2016, Magda Chambriard, coincidió en que las expectativas sobre las reservas fueron sobreestimadas.
"La sociedad se benefició, aunque no a la velocidad que se pretendía. Tenemos que incluir factores como la crisis económica mundial y la caída del precio del petróleo durante este período", apuntó.
7 de mayo 2023, 19:06 GMT
Al optimismo exacerbado sobre el potencial de las reservas se unió la idea equivocada de que exportar crudo bastaría para desarrollar una economía compleja como la brasileña.
"No es posible desarrollar un país de dimensiones continentales como Brasil exportando una materia prima como el crudo, mucho menos cuando esa exportación la realizan multinacionales extranjeras", explicó Coutinho.
Actualmente, Brasil exporta volúmenes récord de crudo, alcanzando 1,5 millones de barriles diarios, equivalentes al 45% de la producción nacional. Alrededor del 60% de estas exportaciones corren a cargo de empresas extranjeras, entre las que destaca la británica Shell.
En opinión de Coutinho, la explotación del presal es similar a otros ciclos económicos coloniales de la historia de Brasil: hay una fase de ascenso, seguida de la apropiación de la producción por un pequeño número de personas o empresas, lo que lleva al agotamiento y a la reducción de la explotación del recurso primario.
"Al igual que los ciclos que Brasil vivió en los periodos colonial y poscolonial, el ciclo de exploración del petróleo presalino se encamina, desgraciadamente, hacia el mismo destino", afirmó el ingeniero.
EEUU y la retirada de Petrobras como único operador
El régimen de exploración del presal que se ideó cuando se descubrió se ha modificado como consecuencia de la presión del capital internacional sobre el Gobierno brasileño. Uno de los cambios más significativos —y polémicos— fue la retirada de Petrobras como operador único.
"Antes, los consorcios tenían que contar con Petrobras como único operador, con una participación mínima del 30%. Esto daba a Brasil la oportunidad de retener gran parte de los ingresos del petróleo, porque Petrobras podía adoptar políticas de contenido nacional y contratar bienes y servicios en el país", explicó Coutinho.
Documentos divulgados por Wikileaks denuncian la connivencia entre el exsenador brasileño José Serra y las autoridades estadounidenses en Brasil para cambiar las reglas de la exploración del presal, en detrimento de los intereses brasileños. Los telegramas emitidos por el Consulado de EEUU en Sao Paulo confirman el compromiso de Serra con un ejecutivo de la empresa estadounidense Chevron para hacerlo.
En el período final del segundo mandato de la expresidenta brasileña Dilma Rousseff (2015-2016), José Serra presentó un proyecto de ley para sacar a Petrobras del régimen de operador único, "en beneficio de las multinacionales petroleras, especialmente las radicadas en EEUU", informó Coutinho.
A pesar de estar en condiciones de oponerse al proyecto, el Gobierno cedió y aprobó una enmienda en la que Petrobras solo gozaría de un régimen "preferencial".
"El propio Gobierno de Dilma dio marcha atrás en mantener a Petrobras como único operador. Si el Gobierno de la época pretendía ceder ante el capital internacional para mantenerse en el poder, la historia demostró que no fue suficiente", lamentó Coutinho.
En palabras de Magda Chambriard, el papel de Petrobras en proyectos complejos como el presal es fundamental, dado el alto grado de compromiso de la empresa con los proyectos radicados en Brasil.
"Creo que las empresas estatales asumen más riesgos en Brasil que las extranjeras. Para mí, el dilema no es entre operación exclusiva o no exclusiva. Pero lo que sí veo es que las empresas estatales se comprometen más con sus países, y esto es una realidad en el desempeño de las empresas estatales en general, no es solo el comportamiento de Petrobras", resaltó Chambriard.
28 de julio 2023, 18:02 GMT
La retirada de Petrobras del régimen de operador único puso en peligro la viabilidad de la política de contenido local, que pretendía garantizar que las necesidades de la exploración del presal se cubrieran con productos y servicios ofrecidos por la sociedad brasileña.
"Por otro lado, aprendimos que el presal era demasiado grande para la industria brasileña. La industria quería suministrar, pero no podía satisfacer la demanda. Era una prima demasiado grande, que se convirtió en una carga para la industria nacional", señaló Chambriard.
Los Gobiernos de los exmandatarios de Brasil, Michel Temer (2016-2018) y Jair Bolsonaro (2019-2022) profundizan las contradicciones del modelo de exploración del presal al acelerar la explotación de los recursos, sin considerar el consumo nacional.
"Estos Gobiernos aceleraron la entrega de las reservas del presal al capital extranjero, de forma desproporcionada a la demanda brasileña, generando este gigantesco excedente de crudo que está siendo exportado, en su mayor parte, por multinacionales", lamentó Coutinho.
Corregir el rumbo
El experto cree que aún hay tiempo para corregir el rumbo y volver a un modelo de exploración más beneficioso para los intereses nacionales.
"Es necesario revisar la política y el ritmo de exploración del presal y volver a situar a Petrobras como único operador. También es importante llevar a cabo la exploración en la medida en que Brasil pueda consumir este petróleo o añadirle valor", indicó Coutinho.
Agregó que el actual Gobierno no debería abstenerse del debate, alegando falta de voluntad política en el Congreso Nacional para impulsar el cambio.
"Si asume que no hay potencial político para poner a Petrobras de pie, está capitulando. Un líder político debe movilizar sus recursos y orientar a su público a favor de proyectos que considere beneficiosos para la sociedad, como este", señaló el ingeniero.
5 de julio 2023, 16:11 GMT
En sus palabras, la pasividad es una excusa de quienes aceptan que el país continúe en esta estructura colonial. "Estas personas están entre los pocos privilegiados de la sociedad que se comportan como administradores coloniales", subrayó el analista.
A pesar del discurso a favor de cambios en Petrobras y en la explotación del presal, el Gobierno del actual presidente, Lula da Silva, aún no ha cambiado políticas de Gobiernos anteriores, como el ritmo de distribución de los dividendos de Petrobras, ni ha revertido la privatización de importantes activos de la empresa, como BR Distribuidora (Vibra Energía).
"Es muy fácil criticar durante la campaña. Cuando realmente te enfrentas a los intereses del capital extranjero y del imperialismo, la actitud cambia", concluyó Coutinho.
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