En México, la tecnología no necesariamente beneficia a los trabajadores
En México, la tecnología no necesariamente beneficia a los trabajadores
Sputnik Mundo
La automatización del trabajo llegó para quedarse en México y el mundo y, en algunos sectores, ya está causando estragos. Sin embargo, la causa de los... 01.09.2023, Sputnik Mundo
"La innovación y el desarrollo tecnológico son una constante a lo largo de la historia, aunque en tiempos modernos ha evolucionado de manera más rápida. Los cambios entre una tecnología y otra han sido más cortos y, en esta época, observamos la inteligencia artificial. Sin embargo, el proceso es similar a los que vimos, por ejemplo, desde la Revolución Industrial, donde se desplazaron a miles de trabajadores y se rebelaron contra las máquinas por quitarles el trabajo", comenta el analista en una entrevista para Sputnik.Pero en este panorama, señala el también integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, el avance tecnológico y las innovaciones ayudan a incrementar la productividad laboral.Merma en el mercado laboral mexicanoY prueba de ese uso poco adecuado de las nuevas herramientas tecnológicas es la merma en el mercado laboral mexicano que se ha dado desde hace casi una década, con el impulso de las plataformas electrónicas de comercio, distribución y transporte que, derivado de la pandemia de COVID-19, se hicieron indispensables en nuestras vidas."Hay organizaciones como la OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos] y la CEPAL [Comisión Económica para América Latina y el Caribe] que han desarrollado una serie de estudios, precisamente a raíz de la pandemia, sobre cómo estas formas de distribución y producción se potenciaron a partir de las nuevas tecnologías. Incluso buena parte del trabajo que se hizo durante el COVID-19 y posteriormente, fue a larga distancia", ahonda González Chávez.En este panorama también entran en juego las micro, pequeñas y medianas empresas que, en México, de acuerdo con reportes locales, generan 72% de los puestos laborales y aportan alrededor del 52% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Sin embargo, tanto algunas de ellas como gran parte de las plataformas que conocemos se les consideran un empleo informal por parte de la Organización internacional del Trabajo (OIT)."Incluso la organización desarrolló una serie de lineamientos para establecer cuál era un trabajo decente y uno indecente (...). En el último punto, hace referencia a un empleo que no cumple con ser estable y con las prestaciones de ley. En las plataformas se reproduce esta situación, pero con mucha más gravedad", apunta el también docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.Como ejemplo, el académico pone a Uber, la popular aplicación de transporte privado, donde los conductores no son considerados empleados, sino socios, y quienes deben adquirir o contar con sus propias herramientas de trabajo, como el celular, el automóvil y los seguros del vehículo. No obstante, ninguno de ellos cuenta con seguridad social proporcionada por la empresa dirigida por Dara Khosrowshahi.¿Qué pasa con el desempleo?Ese es uno de los mayores miedos de las personas que integran el campo laboral mexicano. En 2018, el Banco de México (Banxico) elaboró un reporte sobre la automatización de los empleos y reveló que 68,5% de las actividades en el país tienen un alto riesgo de pasar por ese proceso, pero este se incrementa hasta más de 80% en ocupaciones relacionadas con la construcción, manufactura, servicios de alojamiento y la agricultura.Los de menor riesgo (16 a 22%) son los servicios educativos, de salud y asistencia social, y aquellos enfocados al deporte, recreación y cultura.González Chávez menciona que un rubro importante que ayuda a que no se aumente el desempleo por esta causa son los programas y ayudas sociales que impulsa el Gobierno actual, con programas como Jóvenes Construyendo el Futuro. No obstante, el énfasis debe estar, más allá de si llega una nueva máquina a "competir" contra un empleado, es qué clase de puestos laborales está ofreciendo el mercado en la actualidad."Prácticamente, todas las empresas establecidas en México que vienen, por ejemplo, a armar automóviles, son un ejemplo de eso. Por una parte, están los trabajadores altamente calificados, que son los que manejan los robots, las computadoras, la matriz, pero alrededor de ello están miles de micro, pequeñas, medianas, e incluso, grandes compañías que son más intensivas en fuerza de trabajo (...). La decisión de establecerse aquí es porque la nación cuenta con uno de los salarios más bajos del mundo, a pesar de que el sueldo real se ha recuperado en alrededor de 90%, pero aún es atractivo para las inversiones", expone el experto.Nuevas habilidadesPara evitar la pérdida del ingreso por la automatización de los empleos, la tarea debe realizarse entre toda la estructura que conforma una nación, ya que si no, como menciona el doctor en Economía por la UNAM, hay profesionales que terminan trabajando en un área muy distinta a la que estudiaron en la universidad.En esta misma línea, Banxico destacó en su análisis que una pieza vital para proteger a la población es impulsar políticas públicas que atiendan los lineamientos del mercado laboral respecto al uso de tecnologías."En particular, es fundamental que la política educativa impulse la formación de habilidades cognitivas (sociales y creativas) para facilitar una inserción exitosa de los trabajadores a las empresas, sobre todo en las regiones más rezagadas del país en cuanto al nivel de capital humano de su población", apuntó.Según el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), en 2025 la mitad de los empleos en el mundo requerirán adquirir nuevas competencias para sobrevivir en un mundo cada vez más inmerso en la tecnología."El Foro estima que para 2025, 85 millones de empleos pueden ser desplazados por un cambio en la división del trabajo entre humanos y máquinas. Pero pueden surgir aún más empleos, 97 millones, que estén más adaptados a la nueva división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos", refirió en su sitio web.
La automatización del trabajo llegó para quedarse en México y el mundo y, en algunos sectores, ya está causando estragos. Sin embargo, la causa de los problemas radica en cómo se utiliza la tecnología en las industrias existentes, afirma el doctor en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Gerardo González Chávez.
"La innovación y el desarrollo tecnológico son una constante a lo largo de la historia, aunque en tiempos modernos ha evolucionado de manera más rápida. Los cambios entre una tecnología y otra han sido más cortos y, en esta época, observamos la inteligencia artificial. Sin embargo, el proceso es similar a los que vimos, por ejemplo, desde la Revolución Industrial, donde se desplazaron a miles de trabajadores y se rebelaron contra las máquinas por quitarles el trabajo", comenta el analista en una entrevista para Sputnik.
Pero en este panorama, señala el también integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, el avance tecnológico y las innovaciones ayudan a incrementar la productividad laboral.
Ambos rubros "son un poco contradictorios, ¿cierto? Ante eso, podemos establecer que el problema no es el uso de la tecnología en el mundo laboral, sino la forma en la que se utiliza", puntualiza.
Merma en el mercado laboral mexicano
Y prueba de ese uso poco adecuado de las nuevas herramientas tecnológicas es la merma en el mercado laboral mexicano que se ha dado desde hace casi una década, con el impulso de las plataformas electrónicas de comercio, distribución y transporte que, derivado de la pandemia de COVID-19, se hicieron indispensables en nuestras vidas.
"Hay organizaciones como la OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos] y la CEPAL [Comisión Económica para América Latina y el Caribe] que han desarrollado una serie de estudios, precisamente a raíz de la pandemia, sobre cómo estas formas de distribución y producción se potenciaron a partir de las nuevas tecnologías. Incluso buena parte del trabajo que se hizo durante el COVID-19 y posteriormente, fue a larga distancia", ahonda González Chávez.
En este panorama también entran en juego las micro, pequeñas y medianas empresas que, en México, de acuerdo con reportes locales, generan 72% de los puestos laborales y aportan alrededor del 52% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Sin embargo, tanto algunas de ellas como gran parte de las plataformas que conocemos se les consideran un empleo informal por parte de la Organización internacional del Trabajo (OIT).
"Incluso la organización desarrolló una serie de lineamientos para establecer cuál era un trabajo decente y uno indecente (...). En el último punto, hace referencia a un empleo que no cumple con ser estable y con las prestaciones de ley. En las plataformas se reproduce esta situación, pero con mucha más gravedad", apunta el también docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Como ejemplo, el académico pone a Uber, la popular aplicación de transporte privado, donde los conductores no son considerados empleados, sino socios, y quienes deben adquirir o contar con sus propias herramientas de trabajo, como el celular, el automóvil y los seguros del vehículo. No obstante, ninguno de ellos cuenta con seguridad social proporcionada por la empresa dirigida por Dara Khosrowshahi.
"Desde la perspectiva de la ganancia y las utilidades son mecanismos excelentes para obtener beneficios, pero van contra los intereses de los propios trabajadores al carecer de las prestaciones mínimas que se señalan, por ejemplo, en México, en la Ley Federal del Trabajo", destaca.
¿Qué pasa con el desempleo?
Ese es uno de los mayores miedos de las personas que integran el campo laboral mexicano. En 2018, el Banco de México (Banxico) elaboró un reporte sobre la automatización de los empleos y reveló que 68,5% de las actividades en el país tienen un alto riesgo de pasar por ese proceso, pero este se incrementa hasta más de 80% en ocupaciones relacionadas con la construcción, manufactura, servicios de alojamiento y la agricultura.
Los de menor riesgo (16 a 22%) son los servicios educativos, de salud y asistencia social, y aquellos enfocados al deporte, recreación y cultura.
González Chávez menciona que un rubro importante que ayuda a que no se aumente el desempleo por esta causa son los programas y ayudas sociales que impulsa el Gobierno actual, con programas como Jóvenes Construyendo el Futuro.
No obstante, el énfasis debe estar, más allá de si llega una nueva máquina a "competir" contra un empleado, es qué clase de puestos laborales está ofreciendo el mercado en la actualidad.
"Prácticamente, todas las empresas establecidas en México que vienen, por ejemplo, a armar automóviles, son un ejemplo de eso. Por una parte, están los trabajadores altamente calificados, que son los que manejan los robots, las computadoras, la matriz, pero alrededor de ello están miles de micro, pequeñas, medianas, e incluso, grandes compañías que son más intensivas en fuerza de trabajo (...). La decisión de establecerse aquí es porque la nación cuenta con uno de los salarios más bajos del mundo, a pesar de que el sueldo real se ha recuperado en alrededor de 90%, pero aún es atractivo para las inversiones", expone el experto.
Nuevas habilidades
Para evitar la pérdida del ingreso por la automatización de los empleos, la tarea debe realizarse entre toda la estructura que conforma una nación, ya que si no, como menciona el doctor en Economía por la UNAM, hay profesionales que terminan trabajando en un área muy distinta a la que estudiaron en la universidad.
En esta misma línea, Banxico destacó en su análisis que una pieza vital para proteger a la población es impulsar políticas públicas que atiendan los lineamientos del mercado laboral respecto al uso de tecnologías.
"En particular, es fundamental que la política educativa impulse la formación de habilidades cognitivas (sociales y creativas) para facilitar una inserción exitosa de los trabajadores a las empresas, sobre todo en las regiones más rezagadas del país en cuanto al nivel de capital humano de su población", apuntó.
Según el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), en 2025 la mitad de los empleos en el mundo requerirán adquirir nuevas competencias para sobrevivir en un mundo cada vez más inmerso en la tecnología.
"El Foro estima que para 2025, 85 millones de empleos pueden ser desplazados por un cambio en la división del trabajo entre humanos y máquinas. Pero pueden surgir aún más empleos, 97 millones, que estén más adaptados a la nueva división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos", refirió en su sitio web.
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