Mordida de tiburón alerta sobre el peligro del desborde de turistas en las Islas Galápagos
Mordida de tiburón alerta sobre el peligro del desborde de turistas en las Islas Galápagos
Sputnik Mundo
El ataque de un tiburón a una turista en las Islas Galápagos, en Ecuador, reabrió el debate sobre el cuidado que los miles de visitantes deben tener con los... 08.07.2023, Sputnik Mundo
Una turista mexicana fue atacada por un tiburón mientras practicaba snorkel en el islote Mosquera, en las Islas Galápagos. La mujer, de 42 años, relató a los medios locales que estaba llegando a la costa cuando sintió un golpe pero no se percató que había sido mordida hasta sentir la pierna entumecida y ver sangre en el agua. Inmediatamente fue asistida por los guías turísticos y trasladada para darle atención médica.El caso despertó la preocupación en la zona, que se caracteriza por su fuerte actividad turística, un sector que ha crecido en los últimos 10 años. De acuerdo a las cifras oficiales, más de 267.000 turistas, en su mayoría extranjeros, visitaron las Islas Galápagos en 2022. Los arribos significaron un aumento del 96% en comparación con 2021.En diálogo con Sputnik, el biólogo marino e investigador Alex Hearn aseguró que esta masificación del turismo implica un reto y "viene con riesgos, tanto para las personas como para los animales".En ese sentido apuntó que hay "más gente en contacto con la naturaleza". Pese a no ser el caso de la turista, Hearn aseguró que los visitantes en ocasiones perturban a los animales."El otro día a un hombre le pareció divertido agarrarle la pata a un pelícano, estamos también atrayendo a turistas que no son necesariamente turistas de naturaleza", advirtió el especialista al remarcar que se necesita mayor conciencia y hacerle llegar a la gente que "no se puede tocar a los animales" o molestarlos.Eso también sucede con los lobos marinos, un tipo de animal muy presente en la zona. El experto lamentó que algunos visitantes no respeten sus espacios. "Si el lobito se pone en tu toalla pues mala suerte, te toca esperar hasta que el lobito se vaya, no le puedes empujar", dijo.Asimismo, según reveló el experto, han aparecido videos que muestran que algunos tours llevan a turistas a nadar con tiburones o a alimentarlos para atraerlos y así tomar fotografías. "Ese tipo de comportamiento no está ni permitido ni bien visto y hay que identificar a las personas que lo están haciendo", dijo a tiempo de aclarar que por el momento son unos pocos casos muy puntuales.A sus ojos, los guías de la zona tienen una larga preparación previa que los hace "excelentes" en su oficio. Sin embargo afrontan las dificultades del crecimiento del turismo, algo que "desbordó" la capacidad de control de las autoridades.Las posibles razones tras el comportamiento del tiburónSegún el experto, la probabilidad de la mordedura de un tiburón como le sucedió a la turista mexicana es muy baja. Sin embargo "los sonidos erráticos en la superficie" pueden atraer a estos animales, dado que les indica que "ahí hay un animal en problemas" que puede ser "un ave joven que está aprendiendo a volar y se cayó al agua, una tortuga que está despistada porque está aparéandose o un lobito joven adentrándose al agua". En los tres casos se trataría de un posible alimento, indicó Hearn.Para el especialista este es uno de los factores que pudo intervenir en la mordedura a la turista. El experto aseguró que la zona donde nadaba es una lobería y "nadar en la superficie cerca de loberías no es muy recomendable".Guiándose por el tamaño de la mordida, Hearn calcula que el animal pudo ser un tiburón tigre o un tiburón galápagos, aunque no descartó que pudiera ser un tiburón punta negra. De las tres opciones, se inclina más por la segunda, un escualo que puede llegar a medir dos metros y medio.Para el especialista el ataque fue producto de una confusión en el animal, que sintió curiosidad al verse atraído por el sonido en el agua mientras la turista nadaba en la superficie.El experto indicó que en Galápagos pueden encontrarse hasta 300.000 personas nadando en las islas y sin embargo no se registran más de tres mordeduras al año. "La probabilidad es muy baja pero aumenta si se nada en la superficie enfrente a una lobería".El escenario también es reducido a nivel mundial, en donde solo unos pocos casos llegan a ser fatales. A su vez, la probabilidad de ser atacados también varía según la especie.El especialista advirtió además que el fenómeno climático El Niño, que produce un aumento de las aguas del océano Pacífico, podría incidir en el comportamiento animal. Según comentó el investigador, en anteriores episodios con El Niño en 2009 y 2016 en Australia se detectó un "leve aumento de las mordeduras". Esto podría estar motivado en que debido a la "falta de alimento" que produce el fenómeno, "los tiburones son un poco menos cuidadosos".Si bien aclaró que esta teoría "es difícil de constatar" científicamente, "es muy posible que también sea un factor el hecho de que están un poquito más estresados por el alimento porque estamos en El Niño".Qué acciones mitigan los riesgos de mordedurasPara evitar un mayor riesgo de mordeduras, el experto aconseja tener precaución y evaluar dónde se están realizando las actividades turísticas. "Tal vez se puede considerar cambiar esos sitios", más considerando que se está en medio del fenómeno El Niño.Otra de las medidas que se pueden tomar es reducir los grupos que ingresen a nadar, al igual que evitar mantener varios grupos al mismo tiempo. "No es lo mismo tener una lobería con un montón de humanos y lobitos y todos nadando por ahí. Aumenta la posibilidad de que se genere una confusión como lo que sucedió ahora", concluyó.
El ataque de un tiburón a una turista en las Islas Galápagos, en Ecuador, reabrió el debate sobre el cuidado que los miles de visitantes deben tener con los animales de la zona. El biólogo marino Alex Hearn dijo a Sputnik que el desborde de visitantes puede aumentar la confusión en los animales y el riesgo de mordeduras.
Una turista mexicana fue atacada por un tiburón mientras practicaba snorkel en el islote Mosquera, en las Islas Galápagos. La mujer, de 42 años, relató a los medios locales que estaba llegando a la costa cuando sintió un golpe pero no se percató que había sido mordida hasta sentir la pierna entumecida y ver sangre en el agua. Inmediatamente fue asistida por los guías turísticos y trasladada para darle atención médica.
El caso despertó la preocupación en la zona, que se caracteriza por su fuerte actividad turística, un sector que ha crecido en los últimos 10 años. De acuerdo a las cifras oficiales, más de 267.000 turistas, en su mayoría extranjeros, visitaron las Islas Galápagos en 2022. Los arribos significaron un aumento del 96% en comparación con 2021.
En diálogo con Sputnik, el biólogo marino e investigador Alex Hearn aseguró que esta masificación del turismo implica un reto y "viene con riesgos, tanto para las personas como para los animales".
En ese sentido apuntó que hay "más gente en contacto con la naturaleza". Pese a no ser el caso de la turista, Hearn aseguró que los visitantes en ocasiones perturban a los animales.
"El otro día a un hombre le pareció divertido agarrarle la pata a un pelícano, estamos también atrayendo a turistas que no son necesariamente turistas de naturaleza", advirtió el especialista al remarcar que se necesita mayor conciencia y hacerle llegar a la gente que "no se puede tocar a los animales" o molestarlos.
Eso también sucede con los lobos marinos, un tipo de animal muy presente en la zona. El experto lamentó que algunos visitantes no respeten sus espacios.
"Si el lobito se pone en tu toalla pues mala suerte, te toca esperar hasta que el lobito se vaya, no le puedes empujar", dijo.
Asimismo, según reveló el experto, han aparecido videos que muestran que algunos tours llevan a turistas a nadar con tiburones o a alimentarlos para atraerlos y así tomar fotografías. "Ese tipo de comportamiento no está ni permitido ni bien visto y hay que identificar a las personas que lo están haciendo", dijo a tiempo de aclarar que por el momento son unos pocos casos muy puntuales.
A sus ojos, los guías de la zona tienen una larga preparación previa que los hace "excelentes" en su oficio. Sin embargo afrontan las dificultades del crecimiento del turismo, algo que "desbordó" la capacidad de control de las autoridades.
Las posibles razones tras el comportamiento del tiburón
Según el experto, la probabilidad de la mordedura de un tiburón como le sucedió a la turista mexicana es muy baja. Sin embargo "los sonidos erráticos en la superficie" pueden atraer a estos animales, dado que les indica que "ahí hay un animal en problemas" que puede ser "un ave joven que está aprendiendo a volar y se cayó al agua, una tortuga que está despistada porque está aparéandose o un lobito joven adentrándose al agua". En los tres casos se trataría de un posible alimento, indicó Hearn.
Para el especialista este es uno de los factores que pudo intervenir en la mordedura a la turista. El experto aseguró que la zona donde nadaba es una lobería y "nadar en la superficie cerca de loberías no es muy recomendable".
Guiándose por el tamaño de la mordida, Hearn calcula que el animal pudo ser un tiburón tigre o un tiburón galápagos, aunque no descartó que pudiera ser un tiburón punta negra. De las tres opciones, se inclina más por la segunda, un escualo que puede llegar a medir dos metros y medio.
Para el especialista el ataque fue producto de una confusión en el animal, que sintió curiosidad al verse atraído por el sonido en el agua mientras la turista nadaba en la superficie.
El experto indicó que en Galápagos pueden encontrarse hasta 300.000 personas nadando en las islas y sin embargo no se registran más de tres mordeduras al año. "La probabilidad es muy baja pero aumenta si se nada en la superficie enfrente a una lobería".
El escenario también es reducido a nivel mundial, en donde solo unos pocos casos llegan a ser fatales. A su vez, la probabilidad de ser atacados también varía según la especie.
El especialista advirtió además que el fenómeno climático El Niño, que produce un aumento de las aguas del océano Pacífico, podría incidir en el comportamiento animal. Según comentó el investigador, en anteriores episodios con El Niño en 2009 y 2016 en Australia se detectó un "leve aumento de las mordeduras". Esto podría estar motivado en que debido a la "falta de alimento" que produce el fenómeno, "los tiburones son un poco menos cuidadosos".
Si bien aclaró que esta teoría "es difícil de constatar" científicamente, "es muy posible que también sea un factor el hecho de que están un poquito más estresados por el alimento porque estamos en El Niño".
Qué acciones mitigan los riesgos de mordeduras
Para evitar un mayor riesgo de mordeduras, el experto aconseja tener precaución y evaluar dónde se están realizando las actividades turísticas. "Tal vez se puede considerar cambiar esos sitios", más considerando que se está en medio del fenómeno El Niño.
Otra de las medidas que se pueden tomar es reducir los grupos que ingresen a nadar, al igual que evitar mantener varios grupos al mismo tiempo.
"No es lo mismo tener una lobería con un montón de humanos y lobitos y todos nadando por ahí. Aumenta la posibilidad de que se genere una confusión como lo que sucedió ahora", concluyó.
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