¿Por qué tienen que tener cuidado los vacunados mayores de 65 años que no han pasado el COVID?
16:02 GMT 04.08.2021 (actualizado: 08:09 GMT 29.11.2023)
© Foto : Pixabay/MarandaP
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Un reciente estudio español asegura que los vacunados de 65 años o más que viven en residencias de mayores tienen un porcentaje mayor de anticuerpos que aquellas personas vacunadas que no han pasado la infección.
Los usuarios de las residencias de mayores han sido sin lugar a dudas uno de los colectivos más afectados por la pandemia. Alrededor de 30.000 personas que vivían en residencias españolas fallecieron a raíz del coronavirus y para frenar esa dramática situación, fueron los primeros en inmunizarse cuando llegaron las vacunas al país. Un reciente estudio ha querido analizar el nivel de anticuerpos protectores que tienen estas personas después de haber vencido al coronavirus y tras vacunarse con pauta completa y, por tanto, comprender hasta qué punto las personas mayores están protegidas.
Las conclusiones sostienen que los mayores de 65 años o más que viven en residencias que se infectaron y vacunaron después, tienen un mayor número de anticuerpos que los que solo pasaron la enfermedad. Así lo corrobora el análisis realizado por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y la Atención Primaria Metropolitana Norte del Instituto Catalán de la Salud (ICS), en el que han evaluado la respuesta inmunitaria de 98 residentes en tres centros geriátricos del área Metropolitana Norte de Cataluña.
🆕Les persones:
— Atenció Primària Metropolitana Nord (@apicsmetronord) August 3, 2021
✔️Més grans de 65 anys
✔️Viuen en residències
✔️Vacunades
👉🏽 i que han passat la #COVID19
🔝 tenen els nivells d’anticossos neutralitzants molt més alt respecte les que no l’han passat
Segons estudi @IrsiCaixa i #apicsmetronord
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De todos ellos, más del 80% se había contagiado de coronavirus durante la primera pandemia y una vez recuperados, fueron vacunados con pauta completa de Pfizer. Tres meses más tarde compararon los niveles de anticuerpos de este colectivo con los mayores vacunados que no habían pasado la enfermedad previamente. Los resultados establecieron que los niveles de anticuerpos son más altos en el primer colectivo, es decir, los mayores que ya pasaron el COVID-19 y que posteriormente fueron vacunados.
"Los resultados que hemos obtenido muestran que las personas que no habían pasado la infección tienen niveles muy bajos de anticuerpos neutralizantes tres meses después de vacunarse y que, además, estos niveles disminuyen a medida que la edad incrementa", detalla Macedonia Trigueros, investigadora predoctoral en IrsiCaixa.
Estos datos contrastan con los resultados de las personas mayores que habían pasado el COVID-19 antes de recibir la vacuna, que muestran una respuesta inmunitaria mucho más potente. De hecho, su número total de anticuerpos llega a ser, incluso, más elevado que el de un grupo de individuos más jóvenes.
5 de abril 2021, 20:25 GMT
No obstante, los experimentos en el laboratorio han demostrado que pocos de los anticuerpos de los mayores son capaces de bloquear la infección, lo que finalmente provoca que los niveles de anticuerpos protectores sean iguales a los de las personas jóvenes. "Estos datos demuestran que la calidad de la respuesta inmunitaria de las personas mayores es limitada y pone de manifiesto el proceso de envejecimiento que sufre el sistema inmunitario con el paso del tiempo. Este proceso se conoce como inmunosenescencia y refleja la pérdida de eficacia de las células inmunitarias a lo largo de los años", refleja el ICS en una nota.
Ahora los investigadores creen que es necesario seguir controlando la respuesta inmunitaria de los mayores. "Los datos nos hacen plantearnos la necesidad de adecuar el calendario de vacunación que recibe este grupo de edad, especialmente aquellos que no han pasado la infección. Ahora necesitamos estudiar el mejor calendario de vacunación y seguir investigando para comprender la evolución de la respuesta inmune más allá de la primeros tres meses", concluye Bonaventura Clotet, director de IrsiCaixa y Jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol.
