La UE rechaza comprar la vacuna rusa Sputnik V, ¿una acción sin sentido?
15:18 GMT 02.12.2020 (actualizado: 14:22 GMT 03.06.2024)
© Sputnik / RFPI / Acceder al contenido multimediaSputnik V, la primera vacuna contra COVID-19 en el mundo
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El doctor griego Dimitris Gakis cree que la decisión de la UE de no comprar la vacuna rusa Sputnik V es inaceptable e incomprensible, ya que esta pertenece a un tipo de vacunas bien estudiado, mientras que otras vacunas son del nuevo —y tal vez peligroso— tipo genético.
En la opinión del cirujano e infectólogo Gakis, el rechazo a la vacuna rusa Sputnik V por la UE hace surgir muchas preguntas.
"Siendo yo seguidor de la medicina hipocrática, no me importa el origen de la vacuna. Primero me interesa la seguridad, luego la eficiencia, luego el costo, y no donde fue desarrollada: en EEUU, China o Rusia. Ciertamente preferiría la vacuna griega", explicó a Sputnik.
4 de noviembre 2020, 16:12 GMT
Por lo tanto, el experto reconoce que no puede entender que la Comisión Europea no incluya en el plan de futuras compras la vacuna rusa fabricada con tecnología tradicional, sin material genético, mientras que los datos del estudio completo publicado en Lancet muestran que es segura y eficaz.
Mientras tanto, el deseo del primer ministro húngaro, Viktor Orban, de comprar la vacuna rusa ha provocado críticas tanto en su país como fuera, por ejemplo, entre otros miembros de la UE. Diez dosis iniciales de la Sputnik V fueron enviadas a Hungría para ser probadas localmente, con entregas a gran escala y potencialmente una producción masiva por una empresa húngara el próximo año. A principios de este mes, funcionarios de la UE advirtieron, sin mencionar a Hungría, que la comercialización de vacunas no autorizadas por Bruselas iría en contra de la estrategia de vacunas de Europa, según France24.
"Considero impensable para una Europa librepensadora amenazar a Hungría por comprar la Sputnik V. Se trata de una acción sin sentido que, entre otras cosas, provoca sospechas de los opositores a la misma inoculación y contribuye al fracaso del programa", subrayó.
Gakis explica que las vacunas en desarrollo se dividen en regulares y genéticas (vacunas del tipo ARN y ADN).
Hasta ahora, los diseños de las vacunas han contenido cepas microbianas vivas debilitadas u organismos muertos, o partes antigénicas de microorganismos. El objetivo era provocar una reacción del cuerpo, en primer lugar, creando anticuerpos contra el patógeno (inmunidad humoral), y en segundo lugar, creando células de memoria (inmunidad celular), que en futuros ataques al cuerpo activarán rápidamente su defensa. Tales vacunas son la vacuna rusa Sputnik V, la de la Universidad Británica de Oxford y AstraZeneca, la china Sinovac, etc.
"Las inoculaciones que utilizan el material genético (ARN o ADN) aún no han sido estudiadas en su totalidad. (...) Esperamos la publicación de todas las investigaciones para asegurarnos de que son seguras en primer lugar, así como eficaces (pueden aumentarse con dosis repetidas si es necesario). Solo entonces las recomendaremos a los ciudadanos", aclaró el médico.
Además, Gakis considera "inaceptables" las insistentes declaraciones de los dirigentes europeos que "solo después de que las vacunas hayan sido probadas por la Agencia Europea de Medicamentos podrán ser utilizadas en los Estados miembros". En su opinión, la soberanía de los Estados miembros permite el ensayo de cada fármaco en laboratorios propios, lo que es especialmente importante para vacunas del nuevo tipo elaboradas de prisa.