Con base en este acuerdo, la compañía dará mantenimiento a cruceros y navíos de gran calado, además de que encabezará la construcción de estructuras a nivel sobre tierra, la adquisición e instalación de muelle flotante, plataformas elevadas, almacenes, maquinaria y equipo para la ampliación y modernización del Puerto de Altura, en el municipio de Progreso. La inversión total podría alcanzar los 550 millones de dólares.
"Particularmente cruceros, grandes cargueros de petróleo y gas, que necesitan operaciones complejas. La infraestructura también contará con una plataforma elevadora para unidades de hasta 150 metros de longitud", comentó Fincantieri.
La carta de intención fue firmada remotamente por el secretario de Fomento Económico y Trabajo de Yucatán, Ernesto Herrera Novelo, y el director de la división de Servicios de Fincantieri, Giorgio Rizzo, con el aval del gobernador Mauricio Vila Dosal y el director general de Fincantieri, Fabio Galla.
El gobierno local será responsable de los trabajos iniciales de dragado, así como de la construcción de la infraestructura y plantas principales, lo que representará una derrama inicial para empresas de la construcción y empleos en ese ramo.
Por su parte, Fincantieri fungirá de inicio como consultora para las primeras obras y, posteriormente, construirá talleres y grúas, además de encargarse del entrenamiento del personal en instituciones locales y en Fincantieri Academy.
Una vez que el astillero alcance su capacidad operacional total, Fincantieri estima que podría generar alrededor de 700 empleados de tiempo completo, así como una cadena de proveeduría que involucrará a 2.500 trabajadores en temporadas de alta demanda.
La empresa italiana tendrá también la facultad de atender los servicios requeridos por la Armada de México, por lo que el secretario de Fomento Económico y Trabajo de Yucatán anticipó que el nuevo astillero tendrá impacto en toda la región de Norteamérica y Centroamérica, pues podría atraer barcos que actualmente son atendidos en Houston o Panamá.