"Queremos expresar un profundo agradecimiento a usted en persona por las medidas tomadas para conservar el patrimonio histórico del pueblo armenio —monasterios antiguos, iglesias y monumentos culturales— en los territorios que se traspasan a Azerbaiyán", dice el mensaje.
En el documento se emite una alta valoración de los esfuerzos de Rusia y del presidente Putin en persona por el cese de las hostilidades, el restablecimiento del régimen de alto el fuego y el logro de la paz y la estabilidad en la región.
"Nuestro pueblo recodará siempre el importante papel que jugó Rusia en el cese del derramamiento de sangre en la tierra de Artsaj [autodenominación de Nagorno Karabaj] y elevará las oraciones para que la secular amistad armenio-rusa conserve su carácter inamovible", subrayó Karekin II.
A su vez, el ministro de Defensa armenio, David Tonoyán, en una reunión con el embajador de Rusia en Ereván, Serguéi Kopirkin, apreció el papel de la misión de paz rusa desplegada en Nagorno Karabaj, según un comunicado del entre castrense.
"Tonoyán valoró altamente el papel y los esfuerzos de la Federación de Rusia por solucionar la situación política y militar en la región, al igual que el funcionamiento y la eficacia de la misión en Artsaj [nombre armenio de Nagorno Karabaj]", señala.
Los dos países enfatizaron la importancia del trabajo coordinado entre los pacificadores rusos y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para el intercambio de los prisioneros y los cuerpos de militares caídos, así como para la búsqueda de los desaparecidos.
El ministro armenio entregó al embajador ruso las medallas por el merito militar, con las cuales fueron condecorados los tres miembros de la tripulación.
Las hostilidades en Nagorno Karabaj, que volvieron a estallar a fines de septiembre pasado y provocaron miles de muertos durante un mes y medio de combates, cesaron el 10 de noviembre gracias a una declaración acordada por los líderes de Armenia, Azerbaiyán y Rusia.
Por acuerdo entre las partes, Rusia envió sus fuerzas de paz a la zona del conflicto, por cinco años en un principio. El despliegue de este contingente, de unos 2.000 efectivos, se lleva a cabo paralelamente a la retirada gradual de las fuerzas armenias desde los distritos azeríes de Agdam, Kelbecer (Kalbajar) y Lachín, ocupados durante la guerra de 1992-1994.