Durante la época soviética el Directorio Principal de Inteligencia, o simplemente GRU por sus siglas en ruso, se encargó de la recolección de datos estratégicos y tácticos clasificados en el extranjero y de la información técnica militar. En la actualidad el GRU está estrechamente ligado a las operaciones especiales y obtiene la información necesaria para el Ejército a través de varios métodos.
Las fuerzas especiales del GRU están preparadas para realizar operaciones de larga duración en la retaguardia del enemigo. Los agentes aprenden a lanzarse en paracaídas, moverse de forma indetectable y vivir en el bosque o el desierto. También son expertos en el combate cuerpo a cuerpo, el uso de explosivos y tienen un buen dominio de las armas de fuego y blancas.