"He decidido ordenar el cierre durante el puente [de Todos los Santos, entre los días 30 y 2 de noviembre], pero solo por los días imprescindibles. Y hacer lo mismo en el siguiente [de La Almudena, entre el 7 y 9 de noviembre]".
El estado de alarma decretado por el Gobierno central el 25 de octubre establece que el cierre perimetral de los territorios debe ser, como mínimo, de siete días porque es lo que recomienda la ciencia para poder medir la eficacia de la medida.
Ahora, tras ordenar el cierre de Madrid solo durante los días de puente, sin tener aval del estado de alarma, Ayuso aseguró que, si el Gobierno central no da la opción de estos "cierres quirúrgicos", Madrid permanecerá abierta.
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, aseguró que no se reducirá el plazo de los confinamientos y acusó a la mandataria regional de actuar "de forma calculada para crear confusión".
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, también lamentó la decisión de su homóloga.
"No podemos decir cerramos el jueves y luego el viernes no y el sábado otra vez".
Medio país ha ordenado un confinamiento perimetral, entre ellos, Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cantabria. El objetivo es evitar desplazamientos durante los siguientes dos puentes y así intentar frenar la propagación del virus, que ya ha cobrado la vida de 35.466 personas en España y acumula más de 1,1 millones de contagiados.
Los enfrentamientos entre Ayuso y el Gobierno central han sido una constante durante el desarrollo de la pandemia, hasta el punto que el presidente Pedro Sánchez declaró un estado de alarma focalizado sólo en Madrid a principios de octubre para forzar el cierre de la capital.