"Las delegaciones del Kabul oficial y del movimiento Talibán sostienen consultas sobre el próximo proceso negociador. Nos vemos obligados a constatar que el aumento de la actividad militar registrado la semana pasada y la complicación de la situación militar-política en Afganistán no pueden menos que preocupar", comentó la diplomática en una sesión informativa con los representates de medios de prensa.
Afganistán vive una confrontación entre las fuerzas gubernamentales y los grupos del movimiento radical Talibán, que controlan un área agrícola considerable y lanzan ofensivas contra ciudades grandes del país. En el territorio afgano creció la influencia del grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países).
Las fuerzas de defensa y seguridad afganas llevan a cabo operaciones conjuntas de lucha contra el terrorismo en todo el territorio nacional.
A finales de febrero pasado, EEUU y los talibanes firmaron en Catar un acuerdo de paz —el primero en más de 18 años que estipula retirar las tropas extranjeras de Afganistán a lo largo de 14 meses y entablar un diálogo entre todas las partes afganas.