"El presente reglamento entrará en vigor el día de su publicación en el Diario Oficial de la UE", dice el documento fechado el 2 de octubre.
En particular, la lista incluye al ministro del Interior, Yuri Karáev, y a la jefa de la Comisión Electoral Central, Lidia Ermóshina.
Asimismo, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, la UE está dispuesta a aprobar nuevas sanciones contra el Gobierno de Bielorrusia si la situación en el país no mejora.
"La UE está dispuesta a imponer más medidas restrictivas si la situación no mejora", escribió Borrell en su cuenta de Twitter.
EU supports the democratic right of Belarusian people to elect their President through free & fair elections.
— Josep Borrell Fontelles (@JosepBorrellF) October 2, 2020
We condemn repression & violence against people exercising their fundamental rights.
EU is ready to impose more restrictive measures if the situation does not improve. https://t.co/mdL4FlRhlf
Subrayó que la UE "apoya el derecho democrático del pueblo bielorruso a elegir a su presidente a través de unas elecciones libres y justas".
Además, condenó las presuntas represiones y violencia de las fuerzas gubernamentales en contra de los ciudadanos que ejercen sus derechos fundamentales.
En respuesta a las sanciones europeas, Minsk anunció este 2 de octubre sus medidas restrictivas contra el bloque comunitario, al advertir que un aumento de restricciones por parte de Bruselas podría tener consecuencias aún más graves.
Reacción de Rusia
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, declaró que Rusia rechaza las nuevas sanciones de la Unión Europea contra Bielorrusia.
"En vez de mostrar moderación, tan necesaria para estabilizar la situación en Bielorrusia, la Unión Europea vuelve a recurrir a sanciones, que, recordamos, son unilaterales e ilegítimas, socavan las prerrogativas del Consejo de Seguridad de la ONU y conducen a una mayor erosión del derecho internacional", dijo Zajárova en un comentario publicado en la página web de la Cancillería.
La portavoz de la Cancillería rusa calificó estas sanciones de violación de uno de los principios clave de la Carta de la ONU, el de no injerencia en los asuntos internos de otros países.
En su opinión, "la UE decidió ceder a las demandas de ciertos países miembros que buscan desestabilizar aún más la situación política interna en Bielorrusia".
En este contexto, Zajárova llamó a la UE a tomar en cuenta las posibles consecuencias peligrosas de esas acciones.
Además, la diplomática rusa indicó que la lista de sanciones aprobada por Bielorrusia en respuesta a las restricciones de la UE también entra en vigor automáticamente en Rusia, de acuerdo con los compromisos previstos por el Estado de la Unión de Rusia y Bielorrusia.
En Bielorrusia continúan las protestas tras las elecciones presidenciales del 9 de agosto, cuyo escrutinio otorga el sexto mandato a Alexandr Lukashenko, en el poder desde 1994.
La oposición bielorrusa denunció numerosas irregularidades electorales y exigió una repetición de los comicios, opción que Lukashenko descartó.
En los primeros días las fuerzas del orden reprimieron las protestas con gas lacrimógeno, balas de goma, cañones de agua y granadas aturdidoras.
La violencia callejera cesó en los días siguientes, pero las protestas continuaron, al tiempo que las autoridades detenían o expulsaban de Bielorrusia a las figuras más visibles de la oposición.