Los ayuntamientos podrán usar el dinero que tienen en los bancos, los remanentes, durante el 2020 y el 2021 desde el momento en el que el Consejo de Ministros apruebe la suspensión de las reglas fiscales de ambos ejercicios.
Esta medida implica que las Administraciones Públicas estatales, autonómicas y locales no tendrán límites para ejecutar inversiones o gasto público. Esto supone que tanto el Gobierno central como los distintos gobiernos regionales de España podrán gastar sin atenerse a los límites de déficit que había previsto el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
También permitirá a todos los ayuntamientos del país utilizar los ahorros acumulados en cuentas bancarias, unas cantidades que permanecían bloqueadas y que ascienden a alrededor de 15.000 millones de euros. "La decisión no tiene precedentes y nos permitirá llevar la flexibilidad fiscal hasta donde se necesita, manteniendo las políticas fiscales y de estímulo económico", ha asegurado la ministra.
El objetivo es facilitar que las administraciones españolas puedan poner "la totalidad" de sus recursos "al servicio de los ciudadanos" para hacer frente a la crisis de la pandemia del coronavirus, explicó la ministra portavoz.
Montero precisó que esto no exime a España de la responsabilidad de cumplir con el acuerdo de estabilidad presupuestaria y financiera en base a los estándares europeos, aunque la prioridad del Ejecutivo es ahora combatir la pandemia.
La decisión llega después de que el Congreso de los Diputados rechazara el decreto ley que permitía el acceso a los remanentes de los Ayuntamientos, había generado una gran polémica entre algunos alcaldes del país.