Convocados por los denominados Comités de Defensa por la República (CDR), grupos de activistas marcharon por las calles de pocas horas después de hacerse pública la sentencia del Tribunal Supremo de España que cesó al líder independentista.
La movilización comenzó en el centro de Barcelona y se detuvo frente a la sede de la Delegación del Gobierno español, que estaba fuertemente blindada por agentes de la división antidisturbios del cuerpo policial catalán, los Mossos d'Esquadra.
"He venido para manifestarme porque creo que inhabilitar a un presidente por colgar pancartas o lazos amarillos va contra su libertad de expresión no me parece justo, y sobre todo porque siempre es contra los políticos catalanes", explicó a Sputnik Elia, una joven estudiante que acudió a la convocatoria con sus amigos.
Tras protagonizar algunos momentos de tensión con el lanzamiento de petardos y cabezas de cerdo contra vehículos policiales, la manifestación siguió su recorrido hasta el parque de la Ciutadella, donde se encuentra el Parlamento catalán.
Allí, unas pocas decenas de activistas forzaron las puertas del parque y accedieron a su interior en dirección a la sede de la Cámara catalana, que se encontraba custodiada por la policía.
Tras un intento de acercarse a las puertas del Parlamento que fue impedido por los agentes, la marcha retrocedió de nuevo al centro de la ciudad, donde los manifestantes quemaron varios contenedores a su paso.
Sin más incidentes, la protesta se disolvió antes de medianoche poniendo fin a una jornada de ajetreo político en Cataluña.