"Eso lo tiene que resolver tanto la Fiscalía como el Poder Judicial… Desde luego, no es recomendable 'torcer' la ley como se hacía antes, de que si había consigna se le buscaba la forma para enjuiciar al supuesto delincuente", consideró.
"Como la corrupción no era delito grave, pero sí era delito grave la asociación delictuosa y el lavado de dinero, pues le pusieron lavado de dinero", sostuvo.
No obstante, López Obrador reiteró su confianza en el fiscal, Alejandro Gertz Manero, así como en el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, para evitar cualquier violación al Estado de derecho.
En el artículo 108 de la Constitución mexicana se establece que el titular del poder Ejecutivo solo puede ser juzgado por "traición a la patria y delitos graves del orden". No obstante, en marzo de 2019 el Senado aprobó una reforma para permitir que el mandatario y los legisladores en funciones también puedan ser juzgados por hechos de corrupción y delitos electorales.