Según este estudio, "cerca de 15 millones de brasileños empeorarán de condición social y pasarán a tener una renta domiciliar inferior a 2.500 reales [445,98 dólares]".
La consultora prevé que a final de este año 3,8 de domicilios desciendan de clase social, con lo que 41 millones de hogares brasileños estarán en las clases D y E (las más pobres).
El principal factor que explica estos datos es el deterioro del mercado de trabajo; según datos oficiales, entre mayo y julio el desempleo creció un 20,9% y alcanzó a 12,2 millones de personas.
El Gobierno brasileño cree que este año el PIB caerá un 4,7%, aunque la mayoría de organismos internacionales son mucho más pesimistas.
El Fondo Monetario Internacional, por ejemplo, estima una contracción económica del 9,1%, la más grave en la historia reciente del país.