El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, anunció la expansión del programa Clean Network (Red Limpia), diseñado para desplazar a las empresas chinas del mercado estadounidense. La iniciativa fue lanzada en abril e inicialmente incluía restricciones en el uso de equipos de Huawei y otros vendedores chinos en la construcción de redes 5G en el país. Sin embargo, esta política se aplica ahora a casi todas las empresas chinas de tecnología y telecomunicaciones, incluidas ByteDance y Tencent, propietarias de los populares servicios TikTok y WeChat, respectivamente.
No están claras las perspectivas para las empresas y los usuarios estadounidenses. Por ejemplo, si el decreto ejecutivo para el Tencent prohíbe utilizar sus aplicaciones a los usuarios de EEUU o a todos los usuarios de iPhone, ya que Apple es una empresa estadounidense.
Teniendo en cuenta el número de expatriados de la nación asiática que viven en Estados Unidos y utilizan WeChat como principal medio de comunicación con familiares y amigos en su país de origen, una prohibición de este tipo complicará significativamente su vida.
Si las restricciones de uso de las aplicaciones chinas se aplican a las empresas y fabricantes estadounidenses, Pekín ni siquiera tendrá que tomar medidas de represalia en respuesta: Apple va a perder de manera automática el mercado chino, que es el clave para la empresa.
"Supongo que es una posibilidad. Desde que se firmó el acuerdo de la primera fase, el mundo se ha enfrentado a una epidemia, y los mercados de EEUU y China, el comercio internacional, todo ha sufrido bastante. Ahora, Pekín y Washington tienen que evaluar los primeros resultados del acuerdo. Espero que los negociadores de ambos países puedan demostrar un enfoque racional en las relaciones económicas", señaló el experto.
Donald Trump ya ha señalado que ha perdido interés hacia el acuerdo comercial y parece haber elegido la táctica de maximizar la presión sobre China como la principal carta de triunfo en su campaña electoral. Sin embargo, como señalan los expertos, las elecciones se celebrarán pronto, pero las medidas que se tomen ahora tendrán consecuencias mucho mayores y a más largo plazo.
"Si las relaciones entre China y Estados Unidos en el pasado pueden considerarse normales, puedo decir que es imposible que vuelvan a este estado. Ahora, están en una fase de intensa confrontación, y es probable que continúen así en el futuro. Las medidas de EEUU contra las aplicaciones móviles chinas son un buen ejemplo de un paso más para disuadir a China", explicó a Sputnik.
Se acercan las elecciones, y suele ser el momento en el que el tema de China se convierta en un medio para atraer votos. Según las encuestas, Trump tiene un rating de aprobación bajo y quiere dar la vuelta a esta situación con la retórica de la supresión de China, para construir una campaña mediática a su base. Se puede decir que China se ha convertido en una víctima de los intereses políticos internos de Trump, recalcó el experto.