"Se procede a la imposición de grados de General de Ejército, General de Fuerza Aérea y Almirante, a los Señores Comandantes Generales de Fuerza", dispuso un decreto supremo presentado en el acto de conmemoración del 195 aniversario de la institución militar, presidido por Áñez.
La celebración, realizada en un salón y sin el tradicional desfile, a causa de la pandemia de COVID-19, transcurrió entre mutuas alabanzas entre la gobernante y el mando militar, en medio de expectativa por un anuncio oficial de una probable intervención a bloqueos carreteros en demanda de elecciones a corto plazo.
"A estas Fuerzas Armadas que han defendido nuestra democracia y que han defendido la salud del pueblo boliviano, les rindo mi homenaje y les expreso mi agradecimiento", dijo Áñez en un breve discurso, transmitido por la televisión estatal.
Los jefes ascendidos son los comandantes Rubén Salvatierra, del Ejército; Ciro Álvarez, de la Fuerza Aérea, y Moisés Mejía, de la Armada, de generales de división a generales de fuerza los dos primeros, y de vicealmirante a almirante el tercero.
Áñez apeló a ese procedimiento, entonces como ahora, al no superar observaciones del Senado que paralizaron el proceso regular de ascensos.
Los nuevos ascensos se ejecutaron según el decreto, "en tanto la Cámara de Senadores de cumplimiento a lo dispuesto (…) por la Constitución Política del Estado".
La Constitución dispone que, para ser efectivos, los ascensos en la cúpula militar que propone la Presidencia del Estado deben ser ratificados por el Senado, controlado por el Movimiento Al Socialismo (MAS) al igual que la Cámara de Diputados.