"A juzgar por el desarrollo de la situación que estamos viendo, la calle no será una salvación", manifestó Chérechen en una entrevista con Sputnik.
"Hemos perdido esta batalla, pero no la guerra", remarcó.
Al mismo tiempo, Chérechen admitió tener la vista puesta ya en las presidenciales de 2025.
"No lo niego, vamos a participar activamente en la vida pública durante los próximos cinco años. A nuestro partido le quedan por delante la campaña de elecciones locales y la de las parlamentarias. Luego vendrán las presidenciales de 2025, en las que también participaremos, ya con un historial sólido y, espero, con el apoyo de la comunidad internacional", dijo.
Para el candidato socialdemócrata, "las fuerzas internas no bastan para vencer a un régimen autoritario". "Además de equipos fuertes dentro del país, se requiere apoyo desde fuera", afirmó.
Pertenencia de Bielorrusia a la OTSC
Chérechen señaló que la permanencia del país en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) se contradice con la Carta Magna en vigor.
"Nuestra Constitución consagra la neutralidad, la no participación en conflictos y bloques militares. Nuestra pertenencia a la OTSC se contradice hoy con la ley fundamental", afirmó.
Fundada en 2002, la OTSC integra actualmente a Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán.
"Será un freno para las relaciones", añadió el político que proclama en su programa electoral la no afiliación de Bielorrusia a las alianzas políticas y militares.
El líder de Gramada opinó también que a Bielorrusia no le hace falta un ejército numeroso.
"No entra en nuestros planes pelear con nadie, somos un país pequeño, que está entre la espada y la pared. Hay dos gigantes, dos colosos militares, Rusia y la UE. Si alguno de ellos quisiera presionarnos, no podríamos oponer resistencia. Por la misma razón no necesitamos un ejército numeroso, las fuerzas siempre serán desiguales", argumentó.
Caso de rusos detenidos
El candidato a la presidencia bielorrusa no cree que los ciudadanos rusos detenidos en Bielorrusia y acusados de planificar disturbios tuvieran planes de derrocar al Gobierno del país.
"Me parece que las autoridades han tenido mucha suerte con esos transeúntes. No creo que hayan viajado aquí para derrocar al régimen", dijo.
En opinión de Chérechen, la detención de los rusos encaja en la campaña electoral presidencial.
"Creo que las autoridades han armado un escándalo internacional para endurecer el control de los actos multitudinarios", afirmó.
El político descartó que la detención de los rusos provoque un conflicto entre Minsk y Moscú.
Ese conflicto "podría tener lugar si realmente algún grupo armado hubiera planeado un golpe de Estado aquí y las autoridades bielorrusas se hubiesen enterado de ello. Entonces podríamos hablar de un conflicto entre los jefes de los dos países. No creo que al final haya tensión en las relaciones bilaterales", resumió.
A finales de julio las autoridades bielorrusas anunciaron haber detenido a 33 ciudadanos rusos, acusados luego de planificar disturbios masivos en el país. Según el secretario de Estado del Consejo de Seguridad bielorruso, Andréi Ravkov, los rusos detenidos pertenecen a "la empresa militar privada Wagner".
El cónsul ruso en Minsk, Kiril Pletnev, afirmó que los ciudadanos detenidos estaban en Bielorrusia de tránsito y debían volar de Minsk a Estambul y de ahí a América Latina.
El Kremlin subrayó que los rusos detenidos no cometieron ningún acto ilegal, y que Rusia no intervino en los asuntos internos de Bielorrusia ni tiene planes de hacerlo.
Las elecciones presidenciales en Bielorrusia están programadas para el 9 de agosto, mientras que el día 4 ya comenzó la votación anticipada.
Serguéi Chérechen competirá en las presidenciales del 9 de agosto con otros cuatro candidatos: el mandatario actual, Alexandr Lukashenko, que se postula para su sexto mandato; Svetlana Tijanóvskaya, esposa del popular bloguero opositor Serguéi Tijanovski, detenido a finales de mayo; la exdiputada de la Cámara Baja del Parlamento Ana Kanopátskaya; y el copresidente de la agrupación social Govori Pravdu (Di la verdad) Andréi Dmítriev.