En los aeropuertos, en restaurantes y cafeterías, en todo tipo de tiendas y hasta en los parques. El wifi gratuito acecha allá donde vamos y aquello de introducir una contraseña para acceder a él cada día queda más olvidado. Lo más preocupante es que aunque gran parte de los usuarios sabe que corre peligro al hacer uso de estas gangas, muchos siguen haciéndolo.
El jefe de la delegación de Rusia y el espacio postsoviético de la empresa de ciberseguridad Avast, Alexéi Fédorov, explica a Sputnik hasta qué nivel puede llegar la intrusión en nuestros dispositivos si nos conectamos a una de esas redes.
"Esas redes wifi sin contraseña no son seguras y toda la información personal de los usuarios se expone a un riesgo considerable. Los intrusos pueden interceptar, vigilar y robar datos personales en función de si las páginas o aplicaciones a las que accede el usuario están cifradas", explica Fédorov.
Algo a lo que se debería prestar especial atención son los puntos de acceso falsos a esas redes. Uno a veces no piensa que la red de un restaurante vaya a acceder a su información, pero los hackers se esconden en esos puntos de acceso falsos y, cuando menos lo sospechas, ya has caído en las redes del malhechor, nunca mejor dicho.
Por eso, Fédorov recomienda evitar hacer transacciones confidenciales u operaciones bancarias usando redes públicas de wifi. En cualquier caso hay que fijarse bien en la URL de las páginas que se visitan.
"Los usuarios de las redes wifi públicas deben asegurarse de que las páginas que visiten utilizan HTTPS, lo cual significa que el tráfico está cifrado. También deben usar aplicaciones de mensajería que utilicen cifrado de extremo a extremo para garantizar la seguridad de sus datos y sus movimientos", recomienda el especialista.