El diplomático afirmó que los expertos del comité de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Libia, autorizado a monitorear, entre otras cosas, las violaciones del embargo de armas, "a menudo se basan en sus conclusiones en fuentes dudosas e información falsificada".
"Con un enfoque tan parcial, es difícil decir que el monitoreo del cumplimiento del embargo de armas sea independiente", dijo en una entrevista con Sputnik.
Recordó que la resolución 2292 del Consejo de Seguridad de la ONU estipula el régimen especial de inspección en alta mar frente a las costas de Libia, para aumentar la eficacia del control sobre el tráfico ilícito de armas.
"En el marco de este régimen hasta 2020 funcionó la misión naval Sofia de la Unión Europea pero sus resultados fueron muy escasos. Esta primavera Sofia se transformó en IRINI, pero es difícil calificar de impresionantes los primeros pasos de esta misión", afirmó.
Para Moscú es importante que "todas las actividades de la inspección cumplan con el derecho internacional y las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU".
"Tampoco debemos permitir que la inspección se centre en un solo lado del conflicto", añadió.
Libia continúa sumida en una crisis desde que la caída del que fuera su líder durante décadas, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales.
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes:
- el Gobierno interino junto con el Parlamento en Tobruk, que controla la parte oriental y cuenta con el apoyo del Ejército Nacional Libio (ENL);
- y el Gobierno de Acuerdo Nacional avalado por la ONU, con sede en Trípoli, en el noroeste del país.
La UE anunció el 31 de marzo que lanza una nueva misión naval IRINI para supervisar el embargo de armas de la ONU a Libia a través de satélites y equipos de vigilancia aérea.
Según la UE, la nueva misión militar, que duraría hasta el 22 de marzo de 2021, impide el contrabando de armas y recursos naturales de Libia.