Si todavía son verdes, es preferible conservarlos a temperatura ambiente. Los plátanos están acostumbrados a las altas temperaturas y necesitan luz para madurar de manera natural. Sin embargo, luego deben conservarse en la nevera. Algunos expertos aconsejan pelar el plátano y envolverlo con papel de aluminio antes de colocarlo en el frigorífico.
Si quieres que duren varios días más, simplemente necesitas envolver la punta de los plátanos con papel film. Esta es la zona de la fruta en la que empieza el proceso de maduración, que se debe a la liberación de gas de etileno. No obstante, si quieres que maduren más rápido, colócalos en una bolsa de papel o guárdalos al lado de otras frutas, como manzanas, peras o tomates.
El jugo de limón u otros cítricos también te ayudará a conservar los bananos por más tiempo. Simplemente tienes que frotar la piel de la fruta con el limón o agregar el zumo a una ensalada de frutas. El ácido cítrico ralentiza el proceso de oxidación.
También se pueden guardar los plátanos en el congelador durante varios meses. Para esto, tienes que pelarlos y cortarlos a trozos. Luego, colócalos en un recipiente hermético. Cuando estén descongelados, puedes utilizarlos para hacer salsas o batidos.
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